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“¿Aceptan asumir y ejercer el cargo de convencional constituyente para redactar y aprobar una propuesta de texto de una nueva Constitución para Chile?”, preguntó a viva voz Carmen Gloria Valladares un 4 de julio del 2021.

Ese domingo, la vida de la secretaria relatora del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) cambió. El temple con el que logró manejar la ceremonia, a ratos extremadamente tensa, hizo que destacara frente a la opinión pública.

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Nació en Antofagasta, cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Inglés de San José de la misma ciudad. En su adolescencia, se trasladó a Santiago, donde estudió derecho en la Universidad Católica (PUC).

Posee un posgrado en Derecho Constitucional y trabaja desde hace más de dos décadas en el Tricel. Es miembro de la Asociación de Magistradas de las Américas y ha sido veedora internacional en elecciones de otros países, ya que forma parte de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE).

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En conversación con CNN Íntimo, Carmen Gloria Valladares Moyano se refirió al día en que debió conducir el inicio de la Convención Constitucional (CC) por orden del ex presidente Sebastián Piñera. Asimismo, abordó cómo fue su niñez y la relación que tiene con sus 14 ahijados.

“Una vocación innata”

Entre 1999 y 2011, la abogada se desempeñó como secretaria relatora del Tricel, luego fue secretaria relatora del Tribunal Constitucional (2011-2012) y, en 2012, regresó al Tricel, donde trabaja hasta el día de hoy. “Yo tengo una vocación innata por el servicio público”, reconoce.

Fui formada, criada y tengo en mi ADN el servir al otro, colocarme en el lugar del otro. Cuando me correspondió asumir funciones en el Tribunal Calificador de Elecciones hace muchísimos años, 37 específicamente, no tuve dudas de que lo tenía que hacer -y bien-”, afirma Valladares.

La jurista afirma que “ungir y proclamar al presidente de la República, parlamentarios, diputados y senadores siempre es un gesto republicano que Chile lo tiene que agradecer porque nos ha permitido, de alguna manera, transitar en el sistema pacífico que hemos logrado”.

Valladares ha ungido a todos los presidentes desde el regreso a la democracia, incluido el recién asumido Gabriel Boric. Al respecto, reconoce que “la emocionalidad es la misma siempre, ya que los chilenos y las chilenas tenemos una tremenda vocación democrática, eso no cabe duda”.

“Siempre va a existir un grupo que distorsionará está armonía, pero, en general, Chile es un país profundamente democrático. En consecuencia, cuando un ciudadano como cualquier otro entra al Tricel, se le lee el acta de proclamación y se transforma en presidente electo, eso es motivo de mucha emoción”, dice.

La abogada recalca que “aquí (en el Tricel) no se pierde ningún voto o sobra un voto. Cualquiera sea el resultado se designa y nombra al presidente electo, eso es profundamente satisfactorio”. Para los nuevos mandatarios, según Valladares, es “una sensación del deber cumplido que no se compara con nada”.

Usted es capaz de percibir la emoción en cada uno de los nuevos presidentes ¿Cómo los ha visto en esos momentos?
En todos hay una conducta de humildad frente a la proclamación, que no es otra cosa que la suma de las voluntades de los chilenos. El presidente señor Boric hizo un reconocimiento cuando ingresó al Tricel y (destacó) lo bien que funcionaban las instituciones republicanas de nuestro país.

Gabriel Boric es el presidente más joven en asumir el cargo ¿Cómo vio usted a esta persona de 36 años tomar esa responsabilidad?
Yo lo veo como el reflejo de lo que el país quiere. Chile quiere un cambio generacional, nuevas ideas y unas estructuras diferentes que nos hagan caminar por los nuevos caminos de la paz social, pero con estructuras distintas, en que primen los factores de justicia, de igualdad y de inclusión.

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Usted le regaló al presidente Boric el voto de segunda vuelta, que es lo que marca el destino de esa persona y de todos nosotros.
Yo siempre he entregado una copia de aquel papel pequeño que le cambia el destino a la persona y al país. No es solo un papel, una cédula electoral o una papeleta. En el caso del señor Boric, cada vez que lo vea, recordará que, detrás de él, hay más de 8 millones de voluntades confiándole el futuro del país.

El 4 de julio del 2021 usted tuvo que ser la primera presidenta de la Convención Constitucional para facilitar la instalación del órgano ¿Cómo recibió ese encargo y vivió ese día?
Mi nombre fue un nombre de consenso, los convencionales constituyente, s que en ese momento eran electos, me conocían porque yo llevo muchos años en esto. Entonces, mi nombre no causó censuras porque yo he sido justa, imparcial y transparente con todos los políticos y no políticos del país.

La abogada reconoce que cuando el ex presidente de la República la nombra para realizar esta tarea “la primera sorprendida fui yo, pero para mí era un mandato constitucional que él estaba haciendo y yo no podía rechazarlo, era mi país el que estaba en juego, así que lo acepte con humildad y muchas ganas”.

Agencia UNO

Ese día no fue fácil y muchos pensaron que no iba a resultar ¿Cómo fue para usted ese momento?
Cuando yo pregunté a los -en ese entonces- 155 convencionales constituyentes electos (…) si aceptaban (el cargo), escuché un coro republicano que me acompañara hasta el último minuto de mi vida. Ese ‘sí, acepto’ fue profundamente emotivo.

¿Cuáles son las muestras de reconocimiento que ha recibido desde ese día y cómo le ha cambiado la vida?
Me ha cambiado la vida en el sentido de qué tú estés acá. La única diferencia que hay después del 4 de julio, es haber aparecido en la televisión, pero mi vida no ha cambiado, sino que las personas me han percibido de una manera distinta y, en consecuencia, he recibido muestras muy lindas de reconocimiento.

Usted encarnó y lo logró relevar la figura del funcionario público que, muchas veces, se valora muy poco ¿Qué se siente el reivindicar la función pública?
Yo estoy segura de que el funcionario público cumple una función fundamental en el país: es el vínculo entre el ciudadano y los poderes del Estado. En consecuencia, nuestro deber es llamar a escuchar, a oír y a solucionar. Gabriela Mistral tiene un poema que se llama la pasión de servir y ese debería ser un verbo rector en todos los funcionarios públicos de este país; servir.

Esperanza en el proceso constituyente

Valladares ha seguido de cerca el trabajo de la Convención Constitucional (CC). El órgano ha debido enfrentar diversos problemas y, durante estos últimos días, una serie de encuestas han arrojado que la opción de Rechazo estaría ganando terreno por sobre el Apruebo en el plebiscito de salida.

El levantar una Carta Magna que nos va a cobijar en la institucionalidad del país nunca va a hacer un trabajo fácil. No lo fue en 1925 ni en los procesos anteriores, pero yo he visto (a los convencionales) con mucho empeño y son todos muy calificados y profesionales”, agregó.

Muchos que dicen que el proceso puede fallar ¿Sigue esperanzada?
Estoy esperanzada siempre. Confío en la inteligencia, en el corazón y en el deseo de hacer un país mejor de cada uno de los chilenos. Ahora, claro que puede fracasar, cualquier trabajo puede fracasar, pero ojalá así no sea.

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Se están terminando con instituciones que son base de la tradición de la República ¿Eso le genera inquietud?
Cuando en un país las instituciones funcionan y bien, no hay para que cambiarlas. Hay instituciones en Chile, como el Tricel, que tiene un prestigio nacional e internacional que no debiera cambiarse y debiera siempre estar integrado (…) por los ministros de la Corte Suprema, como lo es hoy.

Pero la CC nace de una profunda erosión en todas las instituciones y hay una desconfianza que se está manifestando en esta especie de la fundación ¿Qué riesgos ve en eso?
En que nos podemos equivocar y arriesgar la estabilidad que, de alguna manera, ya la tenemos. Soy una persona convencida de que tiene que haber cambios profundos que nos conduzcan a la justicia, igualdad, inclusión y paz social, pero eso no siempre va acompañado de un cambio de las instituciones que han funcionado bien.

La vida en el norte y el club del bautizo

La infancia y adolescencia de Carmen Gloria Valladares estuvo marcada por una serie de carencias.En el norte todo hay que trabajarlo, conseguirlo y llevarlo, ya que la pampa por sí sola no es capaz de producir los elementos diarios de la alimentación”, cuenta.

Ustedes tenían que buscar agua en camiones aljibes porque el agua estaba contaminada con arsénico.
Así es, muchos familiares míos, como mi madre, tenían las marcas del arsénico. Médicos notables que ya reconocían la existencia de arsénico en el agua que consumía la población habían sido censurados, no escuchados y los niños, los más desprotegidos, morían por efectos de este veneno.

Su infancia estuvo marcada por la ausencia de su padre ¿Cómo vivió esa situación?
Separar lo que uno cree que es la verdad eterna -la mamá y el papá- es doloroso (…) Yo no quería ir a la fiesta de graduación porque se acostumbra y acostumbraba a hacer un vals con el papá y yo era la única de mi curso que se iba a quedar sentadita. Era una discriminación emocional muy fuerte.

Usted no tuvo hijos.
Yo una vez escuché a un ministro de la Corte Suprema que no tenía hijos decir que él se sentía como la rama seca de árbol, pero yo no he tenido esa sensación porque para mí fue una opción. Yo privilegié otras cosas en la vida y no tuve hijos.

Pero tiene 14 ahijados, la comunidad del bautizo es un grupo de WhatsApp donde están todos sus ahijados de distintas edades ¿Cómo funciona esa comunidad?
Tengo ahijados de bautizo, confirmación y otros que, sin ser católicos, me han pedido y yo los amadrine. Son niños maravillosos que yo los he podido criar, tener en mi casa, acompañarlos en sus egresos de las escuelas y en sus exámenes de grado de la universidad. Hoy se desempeñan en altísimos cargos y yo de eso doy gracias todos los días.

¿Cómo ha formado parte de la vida de ellos?
Ellos llegaron a mi vida por distintas razones, algunos me elijeron y otros los fui yo a elegir porque estaban en una situación vulnerable. Fueron acogidos y e integrados en mi hogar, educados, etcétera y hoy día tengo una relación muy cercana y son prácticamente todos profesionales, salvo los más chiquititos.

¿De qué manera han llenado su vida?
Me han completado totalmente. Ellos me hacen profundamente feliz en el sentido de que ellos logrado lo que se han propuesto en la vida -lo que ellos querían- y yo solo los he acompañado.

Usted dice que la inteligencia masculina es una inteligencia metálica ¿A qué se refiere?
Las mujeres somos más sensibles, nos podemos colocar en el lugar del otro (…) mientras que el hombre avanza con más facilidad, tiene esa cosa metálica que le permite avanzar casi sin mirar al lado, lo que es bueno, pero las mujeres tenemos este lado de la sensibilidad.

Respecto al rol de primera dama, usted dijo que las mujeres ya no estamos para adornar a nadie.
Así es, ya las mujeres somos compañeras de los hombres y los hombres compañeros de las mujeres. Las mujeres ya dejamos tiempo atrás de ocupar un lugar de adorno, de silencio, de acompañamiento. Ahora tenemos roles protagónicos y vamos a seguir en esta senda.

Agencia UNO

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