La familia del conscripto asegura que su hijo fue atacado mientras cumplía servicio en Arica. Por su parte -luego de ocurrido el hecho- la institución castrense denunció al soldado por publicar fotografías de posibles delitos mientras se estaba recuperando de la crisis mental.
Una situación que involucra al Ejército, y especialmente al Regimiento N°1 Brigada Acorazada “Coraceros” de Arica, quedó al descubierto en las últimas horas.
Esto, dado que Radio Biobío reveló una denuncia realizada por una familia que acusa que su hijo quedó en estado catatónico de un día para otro, y que todavía no se aclara ni se ha responsabilizado a los culpables.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2023, cuando la madre de Matías Hormazábal -quien había ingresado al Ejército cinco meses antes- recibió un llamado de un teniente que le informó que su hojo estaba en un “estado muy extraño“.
Luego de ser llevado a la enfermería del recinto y ver que su estado seguía igual, finalmente se evaluó trasladarlo al Hospital Dr. Juan Noé Crevani de Arica.
En dicho recinto, fue derivado al área de psiquiatría y sometido a terapia de electroshock. Recién tras la segunda sesión pudo volver a comunicarse con su madre. En ese momento, le deslizó que podría haber sido abusado antes de entrar en estado catatónico.
Por dicho motivo, su familia pidió que se investigara internamente. Su madre relata que habló con el comandante de la unidad, Francisco Núñez, quien le señaló que “había hablado con los involucrados, en donde reconocían que se le habían subido encima mientras él dormía y reconocían el ‘punteo’ de carácter sexual que había mencionado Matías en un principio”.
A raíz de esto, le comunicó que iban a realizar una investigación sumaria administrativa (ISA) liderada por la Fiscalía Militar.
Luego de varias terapias de eletroshock y de resguardos médicos, el 28 de mayo de 2024 Matías pudo contar lo que le sucedió, aunque solo pudo contestar un cuestionario sin asesoría de un abogado, por falta de recursos.
La investigación cerró y en enero de 2025 se enteraron que el dictamen estipuló que “no se pudo establecer ni acreditar que ocurriera o se produjera un acto determinado del servicio, o con motivo de este, por lo que su tratamiento de salud mental no se puede asociar a las funciones que este presenta en la institución”.
Posteriormente, se enteraron de una denuncia del Ejército contra su hijo por unas fotografías que subió a redes sociales mientras se encontraba en Santiago en reposo, y las cuales hacían referencia a un posible delito.
En un documento de la Fiscalía Militar fechado el 9 de agosto de 2024, se indica que el soldado “se encuentra con reposo médico en la ciudad de Santiago mostrando en sus redes sociales portonazos, venta de droga, armas blancas y posibles armas de fuego“.
Respecto a esta situación, desde el Ejército señalaron que “el Ejército realiza permanentes controles de seguridad militar. En uno de ellos se detectó, a través de la denuncia efectuada por otro soldado con fecha 09 de agosto de 2024, imágenes en redes sociales que podrían ser constitutivas de delitos, correspondientes al soldado conscripto Matías Hormazábal Araya, quien se encontraba con licencia médica, con diagnóstico reservado y siendo atendido en el Hospital Militar en Santiago, ciudad donde reside. Por lo anterior, la unidad entregó, el 5 de septiembre de 2024, dichas imágenes a la Fiscalía Militar de Arica, y ésta, a su vez, el 17 de marzo de 2025, las derivó al Primer Juzgado de Garantía de Santiago para que se efectúe la correspondiente investigación judicial, a fin de esclarecer los hechos”.
Respecto a los nombres de las personas que son parte del caso, indicaron que “el ex soldado conscripto mencionado realizó su Servicio Militar en la 1ra Brigada Acorazada “Coraceros”, en la ciudad de Arica (…) En cuanto a la precisión sobre nombres de militares de dicha unidad, podemos indicar que existe un proceso judicial en curso, por tanto, al estar radicado en los tribunales de justicia, al Ejército no le corresponde pronunciarse ni entregar antecedentes al respecto”.