Columna de Pablo Figueroa: ¿Valoramos más el arte tras la pandemia?

Por CNN Chile

31.12.2022 / 18:42

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"2022... El año en que los cines y sus historias de héroes se quedaron sin público. Los recitales quedaron expuestos en sus falencias y los expertos en tomar, envolver y vender arte se dieron cuenta que no hay algoritmo que contenga la humanidad", reflexionó el periodista de CNN Chile.


¿Qué vale más, el arte o la vida?” Es parte de un texto tras la acción de una pareja de activistas que al cuadro de Claude Monet, de la serie “Les meules”, le arrojaron puré de papas. ¿Qué importancia tiene el arte en tu vida tras el encierro? Récords y penurias a la par.

“Tuvimos que levantar mega eventos con proveedores que ya no estaban en el rubro” me decía Rafaella Fornazzari de DG medios.

El año 2022 fue una locura. La inflación, la crisis económica y un modelo desigual, tras dos años pandémicos, no fueron obstáculo para que se consolidará la mejor temporada para hacer recitales.

Fue un año en que sobraron prejuicios y faltaron preguntas. Más en los medios de comunicación. Al unísono se habló de “delincuencia ” y se extrañó preguntas como “¿qué motiva a una persona a ir contra la ley para entrar a un concierto sin entrada?”. No fue uno. Fueron miles la primera noche de Daddy Yankee.

Muchas preguntas se olvidaron en un año de confusiones ¿cliente o público? ¿tengo la razón o estoy abierto al estímulo? De los pocos argumentos que puedo levantar en un año que estuve en varios momentos importantes en el mundo de la cultura es que tras la pandemia hay incertidumbre. Los estadios no se llenan con nostalgia. Coldplay vende más que Guns y su público canta más My universe que Yellow. 

Se fragmentó algo en los eventos masivos y una posible respuesta está en Conchalí. Fue la última semana de agosto. La muerte de Zalo Reyes expuso lo que podría ser la forma de hacer las cosas para trascender en 2022: “Identificarse con el artista y emocionarse con su obra”.

Fue una despedida, una catarsis, un acto de Justicia. Los colegas me decían “esto es lo más grande desde el funeral de Felipe Camiroaga”. Miles de personas despedían a su ídolo. Privilegiados de encontrar una luz en medio de la oscuridad.

2022… El año en que los cines y sus historias de héroes se quedaron sin público. Los recitales quedaron expuestos en sus falencias y los expertos en tomar, envolver y vender arte se dieron cuenta que no hay algoritmo que contenga la humanidad. ¿Es auspicioso? Siempre es mejor tener dudas en vez de certezas.