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(CNN) – En 2022, hasta ahora, dos grandes masacres enlutan a la sociedad estadounidense: la de Buffalo, en la que un joven de 18 años asesinó a 18 personas, y la de Uvalde, Texas, en la que otro joven de 18 años mató a 19 niños y dos adultos en una escuela.

El 31 de mayo de 2019, 11 personas murieron en un tiroteo en Virginia Beach. El 7 de noviembre de 2018, doce personas murieron en un tiroteo en un bar de Thousand Oaks, California. En noviembre de 2017, 25 personas y un bebé en gestación fueron asesinados en una iglesia en Sutherland Springs, Texas. Un mes antes un hombre disparó desde un hotel de Las Vegas hacia los asistentes a un concierto y mató a 58 personas. En junio de 2016, Omar Seddique Mateen abrió fuego en un bar gay en la ciudad de Orlando dejando 50 muertos.

Estos episodios se unen a una larga lista de atentados en los que un atacante ha cobrado la vida de varias personas: Cuando se trata de masacres masivas, Estados Unidos tiene cifras excepcionales. 

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Jose Carlos Fajardo/Bay Area News Group vía AP

Entre 1966 y 2012 hubo 90 tiroteos masivos en Estados Unidos. Según el estudio, un tiroteo masivo se define como un episodio en el que mueren cuatro o más víctimas y no incluyen las matanzas entre pandillas o asesinatos que involucren a varios miembros de una misma familia.

Los tiroteos masivos en Estados Unidos son cerca de un tercio de los 292 ataques que se han registrado en el mundo: con un 5% de la población mundial, tienen un 31% del total tiroteos masivos.

“La gente ha quedado sorprendida por estas estadísticas”, dice Adam Lankford, profesor asociado de justicia criminal en la Universidad de Alabama.  Lankford presentó su trabajo en la conferencia anual de la Asociación Sicológica Estadounidense y asegura que esta es la primera investigación de ese tipo en comparar cifras globales.

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¿Son diferentes los tiroteos de Estados Unidos?

Lankford revisó los registros de los incidentes y encontró algunos factores comunes en los incidentes de Estados Unidos que los diferencian del resto del mundo. En EE.UU. tienen una gran probabilidad de morir en tiroteos masivos si están en el trabajo o en la escuela. En otros países esos incidentes ocurren típicamente cerca de instalaciones militares.

En más de la mitad de los casos de Estados Unidos, el atacante tiene más de un arma de fuego y hay un promedio de 6,87 víctimas por incidente, mientras que en los otros 171 países que Lankford estudió, el promedio es de 8,8 víctimas por ataque.

Según el investigador, menos personas mueren en los tiroteos en Estados Unidos porque la policía estadounidense se entrena usualmente en cómo lidiar con este tipo de incidentes, a pesar de que no suelen ocurrir con la misma frecuencia que otros crímenes. “La policía fue más lenta en responder en otros países y era más propensa a estar menos preparada a la hora de responder”, dijo Lankford.

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Matt Burkhartt para The Washington Post vía Getty Images

El fenómeno de la imitación

¿Qué hay detrás de estos asesinatos masivos en Estados Unidos? Muchos de los atacantes estaban mentalmente enfermos, según el informe. Pero otros estudios estiman que el número de casos de enfermos mentales no ha aumentado significativamente, mientras que el número de tiroteos masivos se ha disparado.

Estos ataques se triplicaron entre 2011 y 2014, según un análisis de la Escuela Pública de Salud de Harvard y de la Universidad Northeastern. La investigación de Harvard muestra que los ataques públicos en ese período ocurrieron en promedio cada 64 días. Durante los 29 años anteriores, estos ocurrían cada 200 días, más o menos.

En contraste, la tasa general de homicidios y de violencia por armas de fuego en Estados Unidos ha caído significativamente en las últimas dos décadas. Algunos investigadores creen que esas masacres pueden ser “contagiosas”: una muerte o tiroteo incrementa las oportunidades de que otras puedan ocurrir en dos semanas. Es una “infección” que dura cerca de 13 días, según encontraron en otros estudios.

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Este fenómeno de imitación es más pronunciado en EE.UU. porque las armas están más disponibles para las personas que en cualquier otro país. “El acceso a las armas de fuego es un importante factor para predecir estos incidentes”, dice Lankford.

EE.UU. tiene más armas que cualquier otro país: Hay alrededor de 270 a 310 millones de armas circulando en el país. Con la población de Estados Unidos de 319 millones, eso significa que casi cada estadounidense tiene un arma.

El país con el número de armas más grande después de Estados Unidos es la India, con 46 millones de armas en una población de más de 1.200 millones. La India ni siquiera aparece en el top 5 de los países con más tiroteos masivos. Los números muestran que las leyes más restrictivas hacen la diferencia.

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Lankford señala a Australia como un ejemplo. El país tuvo cuatro tiroteos masivos entre 1987 y 1996. Después de eso, la opinión pública se giró en contra de que las personas pudieran tener armas y el Parlamento aprobó leyes más estrictas. Australia no ha tenido un tiroteo desde ese entonces.

Sin embargo, no se tiene la misma voluntad política en Estados Unidos (y en otros países donde está incrementado el acceso civil a las armas).

¿El deseo por la fama es un factor?

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Lankford tiene otra explicación que planea explorar en su próxima investigación.

“Es más difícil de cuantificar, pero me ha impactado una investigación que demuestra que ganar fama es uno de los objetivos más importantes de esta generación“, dijo.

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Asimismo, apuntó a que “parece que los estadounidenses cada vez más están buscando fama y no existe duda de que existe una asociación entre la cobertura de los medios que estos delincuentes logran y la posibilidad de que van a actuar”.

Lankford cree que si algo bueno se puede obtener de su estudio, es que el conocimiento puede ayudar a otros a prepararse para lo impensable.

“Nuestra tasa de homicidios es más alta que las naciones europeas comparables. Sin embargo, en todo caso, es este tipo de ataques los que nos distinguen de manera negativa del resto del mundo y nos dan esta violenta reputación como un país“, detalló.

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