(CNN/CNN Chile) – Tras dispararle a su abuela, Salvador Ramos (18) abrió fuego el martes en una escuela primaria en Uvalde, Texas, matando a 19 estudiantes (de entre 7 y 10 años) y dos adultos. El atacante también murió en el tiroteo tras ser abatido por la policía.
Ramos vivía con su abuela y su abuelo. La mujer se encuentra hospitalizada en estado grave. Las autoridades están tratando de localizar al hombre.
Un ex compañero del joven, quien no quiso dar a conocer públicamente su identidad, conversó con CNN y contó que otros alumnos se burlaban de Ramos por ser tartamudo, por la ropa que usaba y la vulnerabilidad económica de su familia.
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Asimismo, dijo que el hombre le envió un mensaje de texto con fotos de un arma de fuego y una bolsa llena de municiones días antes del ataque: “Hace cuatro días me envió una foto del AR que estaba utilizando y una mochila llena de cartuchos 5,56, probablemente como siete cargadores. Yo estaba como, ‘hermano, ¿por qué tienes esto?’, y él respondió: ‘No te preocupes por eso'”.
La masacre en la escuela Robb es el segundo tiroteo escolar más mortífero desde 2012, cuando 26 niños y adultos murieron en la escuela primaria Sandy Hook. Según un recuento de CNN, es al menos el 30º tiroteo en una escuela K-12 (escolarización primaria y secundaria pública) durante este 2022.
Todas las víctimas mortales y los heridos se produjeron dentro de un aula del establecimiento, según el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, quien comentó que el atacante se atrincheró en un aula.
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“Esto demuestra la total maldad de este tirador”, aseguró Olivarez a John Berman y Shimon Prokupecz de CNN. Del mismo modo, relató que mientras se producía el tiroteo, los agentes recorrieron la escuela, rompiendo ventanas e intentando evacuar a los niños y al personal. Finalmente, pudieron entrar por la fuerza en el aula donde se encontraba el tirador.
Olivarez manifestó que no hubo ninguna persecución con las fuerzas del orden antes de que el tirador estrellara un coche cerca de la escuela. Cuando se le preguntó si la escuela era un objetivo, dijo que todavía hay “un montón de preguntas sin respuesta”.
“Estamos trabajando con el FBI para ver si hubo algún indicador, alguna bandera roja, mirando las redes sociales. Lo que sabemos sobre el atacante es que es un residente aquí en Uvalde, asistió a una de las escuelas secundarias locales, vivía con sus abuelos, estaba desempleado, sin amigos, sin novia que podamos identificar en este momento, sin antecedentes penales, sin afiliación a pandillas“, sostuvo.
Finalmente, detalló que el tirador llevaba “un chaleco táctico sin paneles balísticos, ese tipo de chalecos es el que suelen utilizar los equipos tácticos, los equipos SWAT, donde pueden colocar cargadores y munición adicional dentro de esos chalecos y ser capaces de moverse en una formación táctica”.
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