Voto obligatorio y el nuevo electorado: Pepe Auth analiza el actual escenario para elegir al próximo Presidente de Chile

Por Pepe Auth

04.08.2025 / 23:12

El panelista de Tolerancia Cero José "Pepe" Auth analiza el impacto que tendrá el voto obligatorio en la próxima elección presidencial, proyectando una participación inédita de más de 13 millones de personas.


Desde 1989, que en las presidenciales votaban en torno a 7 millones de personas, solo la segunda vuelta de 2021 entre Boric y Kast se disparó a 8,3 millones, cuando todos los mayores de 18 habían sido incluidos en el padrón.

La próxima será la primera elección presidencial con voto obligatorio. Y en las 4 elecciones con obligatoriedad entre 2022 y 2024 han participado entre 12,8 y 13,1 millones de personas.

El padrón de la próxima elección aumentó en 340 mil personas respecto del año pasado y es de 15.791.056 electores. Podemos esperar entonces que el 16 de noviembre vayan a votar más de 13 millones de personas, casi el doble de los que lo hacían habitualmente.

Que ya no participe solo la mitad politizada del país y lo haga casi la totalidad de la población constituye un cambio copernicano, porque los que se agregan no votan de acuerdo a un marco de referencia ideológico ni desde una posición en el eje izquierda- derecha, sino desde donde les aprieta el zapato.

Son los electores más desconfiados del Estado, los más críticos de la política, los más distantes de los partidos, no tienen lealtades previas y tienden a votar contra el poder de turno.

Ya no basta con movilizar a los que están contigo para que concurran a votar. Ahora es imprescindible conquistar la adhesión de quienes van a ir de todas maneras a votar y no son partidarios ni tuyos ni de tu adversario, lo que requiere que tus prioridades sintonicen con las suyas y que consigas credibilidad y confianza en que tienes la convicción y la capacidad de impulsar soluciones a sus problemas.

Por eso, a diferencia de 2021, no hay propuestas refundacionales ni en la izquierda ni en la derecha, la distancia entre los diagnósticos del país y los programas es muchísimo menor que en 2021.

Todos hablan hoy de la guerra contra las bandas organizadas y la lucha contra la inseguridad, del control de la inmigración irregular, de la recuperación del crecimiento económico y de la resolución de las listas de espera en salud.

Nadie habla del fin del neoliberalismo, la nueva constitución, o la anulación del aborto en 3 causales.

La competencia es muy pareja entre el oficialismo y la oposición en los votantes habituales, esa mitad que tiene identificación ideológica y política. La elección será dirimida por los nuevos votantes, los que se incorporan con el voto obligatorio, esos 5 a 6 millones adicionales, a los que les importa poco si la opción es de derecha o izquierda, cercana o distante, del pueblo o la élite, si no si genera confianza en que enfrentará con convicción  capacidad las tareas de hacer retroceder a la delincuencia y el crimen organizado, terminar con el descontrol migratorio y recuperar el crecimiento y el empleo.