Pepe Auth sobre la corrupción: “Ha avanzado como un cáncer que penetra todas las instituciones”

Por Pepe Auth

26.05.2025 / 23:38

El panelista de Tolerancia Cero instó a que la "política deje de usar la corrupción como herramienta electoral para debilitar a sus adversarios", enfatizando la importancia de generar mecanismos de control para prevenirla.


¿Se acuerdan el entusiasmo con que el ministro del interior del segundo gobierno de Bachelet, rutilante promesa de la política futura, se abalanzó sobre la UDI cuando salió a la luz el financiamiento irregular del grupo Penta? Terminó cayendo estrepitosamente al
conocerse que él mismo se había beneficiado participando en operaciones equivalentes con SQM.

El Frente Amplio quiso luego instalar la idea de que la corrupción era propio de la vieja política, se subieron a un pedestal de superioridad moral tan alto que el impacto del caso Fundaciones y ProCultura ha sido durísimo.

Más tarde la oposición se abalanzó sobre el Frente Amplio para profundizar su daño y terminó afectando al único gobernador regional de derecha elegido en 2021, el de la Araucanía, su jefe de gabinete y un diputado republicano procesados por fraude al Fisco.

A la misma tentación cedió la izquierda en el caso Hermosilla, ahí las filtraciones no le parecían problemáticas y tampoco el respeto a la presunción de inocencia de quienes aparecían mencionados en esa red de influencias.

Asumamos que la frescura, la ambición desmedida de poder, la voluntad irrefrenable de enriquecimiento, el nepotismo, el uso indebido de posiciones de privilegio, la movilización de todos los recursos para conseguir sus propósitos, en fin, la corrupción en todas susdimensiones y profundidades, es un mal social que no reconoce fronteras ni diferencias ideológicas, ni géneros ni generaciones, ni doctrinas ni programas políticos. El caso de las licencias nos muestra el deterioro generalizado de la moral social.

Ya es hora que la política deje de usar la corrupción como herramienta electoral para debilitar a sus adversarios y se dedique en conjunto a generar o apurar transformaciones que nos hagan avanzar en el imperio de la meritocracia y la justicia. Combatir la
corrupción, establecer controles para prevenirla, perseguir y castigar severamente a los corruptos es una cuestión de capital importancia para la democracia y debe ser abordado como una causa nacional, que comprometa a todas las instituciones políticas sin importar su color y también a la sociedad civil.

En Chile aún tenemos capacidad de asombro y no está naturalizada la corrupción, pero ha avanzado como un cáncer que penetra todas las instituciones e intersticios de la sociedad.

Por eso hay que actuar unidos, con sentido de urgencia, dureza y determinación, para atajarla antes que sea demasiado tarde, antes de que nos identifique el tango de Santos Discepolo y que sea lo mismo “el que labura noche y día como un buey, que el que vive de
las minas, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley”.