Experto responde: ¿Es malo para la salud “tronarse” los dedos o el cuello?

Por CNN Chile

09.09.2025 / 14:58

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El doctor Osmar del Toro, especialista en tratamiento del dolor y director de Clínica Revitamed, explicó que el sonido del crujido no es "hueso contra hueso", sino que se trata de la consecuencia de la ruptura de burbujas de gas (principalmente nitrógeno) dentro del líquido sinovial que lubrica las articulaciones.


¿Es malo “tronarse” los dedos, el cuello o sentir un “crack” en las rodillas al subir una escalera?

Circulan distintos mitos sobre que hacer “crujir” las articulaciones podría desgastarlas, provocar artritis o ser dañino para los huesos.

El doctor Osmar del Toro, especialista en tratamiento del dolor y director de Clínica Revitamed, señaló que “la evidencia científica no respalda la idea de que crujirse los dedos cause artritis u otra enfermedad articular”.

Y explicó que el sonido del crujido no es “hueso contra hueso”, sino que es la consecuencia de la ruptura de burbujas de gas (principalmente nitrógeno) dentro del líquido sinovial que lubrica las articulaciones. Esto ocurre por cambios de prensión cuando se estira o flexiona una articulación.

“Lo vemos tanto en los dedos como en rodillas, tobillos, cuello o espalda. Si el sonido ocurre solo y no hay dolor ni inflamación, no es un signo de lesión”, indicó el experto.

¿Es recomendable “tronarse” los dedos?

El especialista comentó que si se hace de vez en cuando y no hay dolor, no hay problema. Sin embargo, apuntó a que si el crujido se vuelve compulsivo, repetitivo o va acompañado de molestias, puede ser necesario revisar por qué ocurre.

“En algunos casos puede generar cierta laxitud o sensación de inestabilidad con los años, especialmente si se convierte en un tic nervioso. Pero no es un factor de daño articular a largo plazo”, aclaró.

¿Cuándo consultar con un especialista?

Si el crujido articular tiene algunas de estas características, es recomendable acudir con un profesional:

  • Dolor persistente o intenso
  • Inflamación, enrojecimiento o calor en la zona
  • Pérdida de fuerza o movilidad
  • Rigidez que limita actividades cotidianas