ChatGPT no reemplaza al médico: Lecciones del caso de intoxicación por sustituto de sal
Por CNN Chile
13.08.2025 / 16:49
Un hombre de 60 años desarrolló graves problemas de salud tras ingerir bromuro de sodio, siguiendo una recomendación de ChatGPT. Especialistas advierten sobre los riesgos de seguir consejos médicos de inteligencia artificial sin supervisión profesional.
Un hombre de 60 años estuvo gravemente afectado tras consumir un sustituto de sal recomendado por ChatGPT, el chatbot de OpenAI. Este caso refleja una tendencia creciente que ha generado preocupación entre especialistas de la salud debido a las posibles afectaciones que podrían sufrir los usuarios.
Según un estudio realizado por Revitamed, el 70% de los pacientes reconoce haber buscado información previa en Google, ChatGPT u otras herramientas digitales antes de acudir a un médico. Cuatro de cada diez consultaron específicamente con inteligencia artificial, a menudo compartiendo exámenes o solicitando planes de tratamiento. Al menos la mitad de estos casos generó conflictos con el diagnóstico, cuestionamientos o comparaciones.
En el caso mencionado, la persona buscaba reducir su consumo de sal y consultó a ChatGPT sobre alternativas al cloruro de sodio. La respuesta fue errónea: se le indicó reemplazarla por bromuro de sodio, una sustancia química tóxica no apta para consumo humano. Durante tres meses, la incorporó a su dieta, lo que derivó en bromismo, una intoxicación grave que provocó paranoia, alucinaciones, psicosis y hospitalización de urgencia.
“El uso de IA es una herramienta, no un reemplazo. Mucho menos un diagnóstico definitivo. Cuando sugiere un tratamiento sin conocer al paciente, no está ayudando: está arriesgando”, subrayó el doctor Osmar Del Toro.
Riesgos de basarse en diagnósticos de la IA
Los errores generados por inteligencia artificial pueden causar demoras peligrosas en el tratamiento o generar angustia innecesaria.
“Una IA no detecta el lenguaje corporal, ni la ansiedad oculta tras una sonrisa, ni puede identificar que lo urgente no está solo en una resonancia; eso lo da la experiencia, la vocación y la clínica”, recalcó el médico.
A pesar de las dificultades para acceder a especialistas, Del Toro enfatiza que la solución no está en los atajos digitales, sino en fortalecer el vínculo paciente-profesional, fomentar la educación y humanizar la atención médica.
“La tecnología llegó para quedarse… pero nosotros también. Este es el momento para una nueva ética médica: convivir con estas herramientas sin que reemplacen nuestra presencia. La salud no puede depender de respuestas automatizadas. Merece tiempo, escucha y humanidad”, concluyó.