Alexandra Kohan, es una feminista, psicoanalista y docente de la Universidad de Buenos Aires que incomoda al feminismo. Sí, incomoda al feminismo con su crudeza e ironía.
Entrevistada por Panamá, la mujer autora de “Psicoanálisis: por una erótica contra natura”, desarma desde su punto de vista los términos como “responsabilidad afectiva” y “amor propio”. Además, asegura , habla de los escraches, del #NoEsNo y advierte que, desde estas perspectivas, “uno siempre es bueno, casto y puro” y que “si a todo le ponemos el nombre patriarcado, no pensamos más nada”.
Sobre el concepto “responsabilidad afectiva”, comenta que la gente intenta que las relaciones resulten poniendo este término antes de la relación misma. Las personas buscan garantías, relata: “Por ejemplo, empezamos a salir y le decimos al otro, inmediatamente: ‘Por favor, si un día te dejo de gustar, avísame, no me claves el visto’. Y, el otro te va a decir ‘bueno, dale’, pero después, como diría Macri, ‘pasaron cosas'”.
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“Yo sé que es horrible quedarse en ascuas, lo entiendo. No estoy diciendo ‘la vida es así’… pero la vida es así: uno a veces se queda sin respuestas y le exige al otro que responda cuando, en realidad, si uno revisara esa primera cita, ahí estaba todo. Y uno lo corrió y siguió. Ahí ya escuchaste algo y pensaste ‘esto mucho no me gusta, pero bueno, conmigo va a ser diferente’“, contó la académica.
En este sentido, Kohan relata que hay actitudes humanas que el feminismo ha considerado como “patriarcales”. Según ella, involucrar lo humano, como la responsabilidad afectiva” con lo patriarcal, es banalizar lo que realmente es patriarcal.
“Lo que es patriarcado es suponer que la mujer es sumisa, pasiva. Que no puede decirle ‘che, flaco, sos un tarado, chau’. Porque la pregunta es ¿por qué seguís esperando a alguien que te clavó el visto? ¿Por qué empezás a hacer capturas de pantalla y mandárselas al comité de tus amigas?”, detalló la psicoanalista.
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“Si a todo le ponemos el nombre patriarcado, no pensamos más nada”, comentó la mujer asegurando que no es el patriarcado el problema ante una ruptura amorosa, por ejemplo: “Soy yo que me quedo enganchada con un tipo que no me contesta los llamados, que lo estoy persiguiendo”.
En este sentido, la académica relata que el feminismo superpone la figura del varón al patriarcado: “El patriarcado no es el varón, es un sistema de opresión, porque incluso hay mujeres patriarcales”.
Del amor propio
Del mismo modo, Kohan asegura que el amor propio es un poco irrisorio, hasta romántico, pues “cuando te mirás al espejo, tenés una imagen tuya, una idea de vos y, el otro, cuando te ama, hace que eso se diluya un poco”.
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Es decir, según la psicoanalista, un otro “no te ama por lo mismo que por lo que vos creés que sos. Por ejemplo, vos decís ‘no me gustan mis piernas’ y viene el otro y te dice que lo que más le gusta de vos son tus piernas. ¿Qué haces con eso? Soportar ser amado, es dejarse tomar por otro”.
Ante el ejemplo anterior, Kohan prosigue: “Justamente el amor propio es lo contrario. Porque el discurso del amor propio es ‘ámate tal cual sos’, con esas piernas, con ese culo no hegemónico. Si vos te amás demasiado tal cual sos, no hay lugar para otro, porque el otro va a venir a decirte otra cosa”.
Hablando del amor, la mujer se pregunta “¿Cómo hacemos para seducir si no puedo mirar fijamente a alguien en una fiesta porque es acoso? Mil veces alguien intenta darte un beso y decís que no y está todo bien. Ahora si te agarra es otra cosa. No existe el consenso a priori. ¿Cómo se va a consensuar antes si voy a querer? Son garantías para lo que no tiene garantías. Empezamos, apretamos y después no me gustó porque tiene mal aliento, la piel, lo que sea.El abuso es otra cosa. Acostarse con un boludo no es violencia. La violencia es violencia”.
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Finalmente, Kohan comentó sobre los problemas que las feministas “no están muy dispuestas a problematizar (las feministas) y cuando vos lo hacés, rápidamente sos tildada de ‘antifeminista'”.
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