La iniciativa propone resguardos obligatorios en ventanas y aberturas de edificios desde tres pisos de altura, con el objetivo de evitar accidentes como el que provocó la muerte de Valentín, un niño de 5 años.
¿Qué es la Ley Valentín y por qué se propone?
La Ley Valentín es un proyecto que busca establecer medidas obligatorias de seguridad en edificaciones de altura, luego de la caída de dos niños de 5 años desde un piso 13 en un edificio de San Pedro de la Paz, ocurrida el 29 de mayo.
Uno de ellos, Valentín, falleció a causa de las lesiones, hecho que generó un fuerte impacto público y abrió el debate sobre las condiciones de seguridad en viviendas colectivas.
La iniciativa apunta a que toda construcción de al menos tres pisos incorpore elementos de protección en vanos abiertos, como ventanas, balcones o terrazas, con riesgo de caída. Esto incluye tanto espacios exteriores como interiores del edificio.
El vacío legal en materia de seguridad
Actualmente, la Ley General de Urbanismo y Construcciones no impone de manera explícita la obligación de contar con sistemas de resguardo contra caídas desde altura.
En la práctica, esto significa que la instalación de mallas, sistemas de bloqueo o limitadores de apertura queda a criterio del propietario o del reglamento interno del edificio, lo que genera desigualdades y, en algunos casos, imposibilita adoptar medidas preventivas.
El proyecto busca fijar un estándar mínimo de protección que sea aplicable a todo tipo de edificios residenciales, sin importar su diseño arquitectónico o política interna.
De forma paralela, el Ministerio de Vivienda anunció una modificación a la Ley de Copropiedad Inmobiliaria que prohibirá expresamente que los reglamentos de edificios impidan la instalación de mallas u otros mecanismos de seguridad.
La normativa sí permitirá regular aspectos como el diseño y el mantenimiento de estos dispositivos, pero no vetarlos por razones estéticas.
Esto se plantea como una respuesta a la existencia de condominios que restringen el uso de elementos de protección visualmente invasivos, incluso cuando podrían salvar vidas.
Tanto el proyecto de ley como los cambios administrativos buscan establecer una cultura de seguridad en torno a las construcciones en altura, considerando especialmente a niños, personas mayores y personas con movilidad reducida.
La tragedia que afectó a Valentín evidenció los riesgos que persisten en muchos edificios del país y la necesidad urgente de legislar para evitarlos.