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La sociedad chilena siempre se jactó de su probidad, pero en los últimos años una serie de escándalos de corrupción tanto en instituciones públicas como privadas, nos han obligado a reevaluar esa realidad.

Las colusiones de empresas, el financiamiento ilegal de políticos, los actos fraudulentos en instituciones del Estado, han puesto de relieve el tema de la corrupción y nos han obligado como sociedad ha debatir y a discutir medidas para combatirlo.

En este reportaje Rolf Paschold nos recuerda algunos de los casos más emblemáticos que han impactado al país en estos 10 años.

Caso Penta

El caso Penta abrió una caja de Pandora. Corrupción, dinero y política. 46 días estuvieron en prisión preventiva sus controladores, Carlos Délano y Carlos Lavín, en el anexo penitenciario Capitán Yáber, por ser considerados un peligro para la sociedad. Un triunfo del Ministerio Público en una audiencia de formalización que fue seguida por miles de personas.

La Unión Demócrata Independiente (UDI), que en ese momento era el partido más votado de Chile, recibía todos los golpes. Figuras emblemáticas como Pablo Zalaquett, Jovino Novoa o Iván Moreira estaban en la mira por el financiamiento ilegal de la política. Aunque ellos lo negaban todo.

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Sin embargo, no fue el emblemático caso Penta el que golpeó más duro al gremialismo. Un histórico senador, reconocido por su lucha contra las drogas, se convertía en el símbolo de la corrupción.

Jaime Orpis recibió 4,6 millones de pesos mensuales durante cuatro años de parte de la empresa Corpesca. Por delitos de cohecho, delitos tributarios y fraude al fisco, arriesga 21 años de cárcel.

Caso SQM

Por el sexto piso de La Moneda se pasearon decenas de políticos, ya no solamente ligados a un sector, si no que a toda la clase política. Demócrata cristianos, militantes del PPD, socialistas, fueron financiados ilegalmente por la empresa controlada por el ex yerno de Augusto Pinochet, SQM.

El caso SQM llegó a tener 180 formalizados, incluso personas ligadas a campañas presidenciales de Eduardo Frei y Michelle Bachelet.

La trama enfrentaría a la Fiscalía y al Servicio de Impuestos Internos (SII) por el retraso en la presentación de querellas de muchos casos que estaban próximos a prescribir. Aunque lo que había detrás era mucho más oscuro.

En entrevista con Daniel Matamala en CNN Chile, el ex subdirector jurídico del SII, Cristián Vargas, afirmó que, según sus antecedentes, el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo había ejercido presiones.

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Los ministros Peñailillo y Alberto Arenas eran reemplazados en sus cargos y el nuevo ministro de Hacienda hacía lo propio con el cuestionado director del Servicio de Impuestos Internos.

Los ojos estaban puestos en la jugada de La Moneda para blindar a la mandataria. La información escaseaba y había que hacer lo posible para encontrar la verdad.

El caso Lava Jato también puso sus tentáculos en varios presidentes sudamericanos, donde la campaña presidencial de Michelle Bachelet salió mencionada. Pero el golpe más duro lo recibió uno que no pudo llegar a La Moneda, Marco Enríquez-Ominami (ME-O), quien recorrió Chile a bordo de un avión de la brasileña OAS durante su campaña presidencial.

Las cartas estaban sobre la mesa, Penta, SQM, Corpesca, Odebrecht. Chile no estaba ajeno a la corrupción.

Corrupción en el fútbol

Si bien 2015 estuvo marcado por los casos de corrupción, ese año quedará en la historia por lo que ocurrió en la cancha el sábado 4 de julio. Un Estadio Nacional repleto vio por primera vez a La Roja convertirse en el Campeón de América. Pero esa felicidad que se repetiría un año más tarde con el bicampeonato en Estados Unidos, ocultaba lo peor. La pelota estaba manchada y nada menos que por el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP).

Sergio Jadue escapó del país mientras Chile jugaba contra Uruguay, con la excusa de que se iba con su hijo “de vacaciones un par de meses”. Y cómo no, si el caso FIFA había estallado y el ex mandamás del fútbol chileno estaba involucrado.

No sólo había recibido 1.6 millones de dólares en sobornos en el escándalo de corrupción, sino que también dejó perdidas por 24 mil millones de pesos en el fútbol chileno.

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Y la lista suma y sigue. Colusión del papel tissue, colusión de las farmacias, caso La Polar, fraude en Carabineros, Milicogate. Y el extendido término de delincuentes de cuello y corbata.

Militares, carabineros, pollos, pañales, universidades, fútbol, multitiendas, farmacias, políticos y empresarios. La corrupción no discrimina en un juego que para muchos tuvo ventaja para los tramposos, pero que van sumando adversarios. Nuevas farmacias populares, cárcel para los coludidos, mayores penas para el cohecho, proyecto para eliminar la ley reservada del cobre. Las propuestas de la comisión Engel y la Ley de Probidad. Las nuevas cartas están sobre la mesa pero no hay que despegar los ojos de una cancha muchas veces dispareja.

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