“Se los llevaban en autos y camionetas”: La historia de una emprendedora que perdió su inversión en scooters por robos

Por CNN Chile

25.01.2025 / 11:16

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Patricia Solano, a través de su empresa Expedio, decidió realizar una inversión inicial de $350 millones para adquirir cerca de 400 scooters, los cuales distribuyó en diversos puntos de Viña del Mar. Sin embargo, en el proceso, debió enfrentarse a bandas organizadas e incluso amenazas de muerte.


Los emprendimientos no suelen ser fáciles; muchas veces requieren préstamos e inversión, aceptando los riesgos. Pero, ¿qué podría ocurrir cuando se quiere impulsar un negocio en medio de una crisis de seguridad? Diversos sondeos han mostrado que las personas sienten temor ante el alza de los delitos violentos y han decidido evitar salir en determinados horarios.

Los diagnósticos son muchos, pero el testimonio de Patricia Solano aporta una experiencia concreta. A través de su empresa Expedio, decidió arriesgarse con un monto de $350 millones, adquiriendo cerca de 400 scooters del modelo Segway Ninebot.

Cada uno costaba aproximadamente $400 mil y contaba con tecnologías de GPS y monitoreo en tiempo real. En ese entonces, optaron por implementar el proyecto en la ciudad de Viña del Mar, considerando su componente turístico y los convenios logrados con diversas casas de estudios. Sin embargo, al concretar la idea, surgieron los primeros problemas.

“Somos una empresa chilena que ha perdido todo”

“Desde la primera semana, nos robaron los scooters de la calle”, expresó en Las Últimas Noticias. Detalló que el modus operandi consistía en que “se los llevaban en automóviles; a veces los perseguíamos con los trabajadores, era un desastre, pero seguimos apostando por ello”.

En ocasiones, según describió en el citado medio, los scooters aparecían “moviéndose a más de 25 km/h, que es lo máximo que pueden andar”. Añadió que también recibían alertas sospechosas en la aplicación, pero no tenían capacidad para recuperarlos. “Ellos esperaban la noche y se los llevaban en autos y camionetas. Había bandas que nos robaban”, afirmó.

El proceso fue desgastante para Solano, pero aún decidió dar un segundo impulso: compró 530 unidades, de las cuales le hurtaron 412. Incluso tuvo que soportar amenazas de muerte cuando intentó recuperar un scooter en una feria. Aunque vivía en Santiago, viajaba todos los fines de semana a la denominada “ciudad jardín”.

“Para mí, que me robaran un scooter era como que me estuvieran robando un riñón”, subrayó, y complementó: “Somos una empresa chilena que ha perdido todo; no tenemos seguros comprometidos”.

Finalmente, debido a los constantes robos, Solano tomó la decisión de abandonar esta área de emprendimiento.