Francia: Gobierno afronta 18° moción de censura con pocas opciones de progresar

Por CNN Chile

29.09.2023 / 07:54

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El procedimiento parlamentario fue lanzado por la izquierda francesa después de que el Ejecutivo decidiera adoptar sin voto parlamentario la ley sobre la trayectoria presupuestaria del país hasta 2027, para evitar que fuera rechazada al no contar el Ejecutivo con mayoría absoluta en la Cámara baja.


(EFE) – El gobierno francés dirigido por la primera ministra, Élisabeth Borne, afronta este viernes su décima octava moción de censura desde su llegada al cargo en mayo de 2022, aunque sin opciones de progresar.

El procedimiento parlamentario fue lanzado por la izquierda francesa después de que el Ejecutivo decidiera adoptar sin voto parlamentario la ley sobre la trayectoria presupuestaria del país hasta 2027, para evitar que fuera rechazada al no contar el Ejecutivo con mayoría absoluta en la cámara baja.

Aunque la extrema derecha anunció que apoyará la moción, los conservadores moderados han asegurado que no lo harán, lo que la aboca al fracaso.

Pero augura un año difícil al Gobierno, que en la primera sesión parlamentaria se ve obligado ya a adoptar leyes sin voto y a exponerse a mociones de censura, lo que muestra su debilidad.

La situación

Es la duodécima vez que Borne utiliza el mecanismo de adopción de leyes sin voto, la primera desde la adopción de la reforma de las pensiones en marzo pasado, lo que alimentó la oposición popular que se tradujo en masivas huelgas en todo el país.

Entonces, vivió su momento más difícil, cuando superó una moción de censura por solo nueve votos, ante la disidencia de varios diputados conservadores que la apoyaron y que estuvieron a punto de hacer caer al Ejecutivo.

La situación es ahora menos tensa y todo apunta a que la moción no prosperará, pero aparece como una advertencia al Gobierno, que asegura que seguirá adoptando leyes sin voto, en concreto el presupuesto para el año próximo.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, consideraba “esencial” adoptar la ley de programación presupuestaria, que prevé reducir el déficit por debajo del 3 %, para dar credibilidad al país y para poder seguir recibiendo las ayudas europeas.

Con ese argumento justificaron la adopción del texto sin voto parlamentario pese a que se exponen a la moción de censura.