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Durante años, la zona de sacrificio de Quintero-Puchuncaví ha provocado graves daños en el medioambiente y a la salud de sus habitantes. Entre intoxicaciones masivas hasta el recordado caso de los hombres verdes, mineros contaminados con químicos y metales pesados de la fundición Ventanas.

Como una forma de poder mitigar la crisis ambiental que provocan estas industrial, el ingeniero químico y doctor en metalurgia, Igor Wilkomirsky, se ha dedicado durante 30 años a desarrollar tecnologías sustentables para industria minera.

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Igor Wilkomirsky es el chileno que cuenta con más patentes de propiedad intelectual a nivel nacional.

En los últimos cinco años, se ha enfocado en el uso de hidrógeno verde para generar una tecnología disruptiva que reemplace las tradicionales fundiciones. Mediante una planta piloto, la tecnología aplicada allí es capaz de procesar el concentrado de cobre con cero emisiones y cero residuos.

En conversación con Minería 360, el académicos de la Universidad en Concepción, detalló que el reactor de tres etapas se utiliza para “neutralizar gases con contenidos de anhídridos sulfurosos, mediante un flujo de calizas en contra corriente reacciona con el gas y produce finalmente una anhidrita y el gas completamente libre de CO2”.

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Al tratarse de una tecnología con baja huella de carbono, consume poca agua, pero genera una importante cantidad de energía. Además, al no generar desechos, es responsable de recuperar la totalidad de los metales contenidos en los concentrados de cobre, como los metales nobles, hierro en forma de magnetita, molibdeno y sílice.

“La reducción con hidrógeno, el producto es agua. La generación de energía es uno de los valores adicionales que tiene, la etapa de primera oxidación genera una gran cantidad de calor, que se puede transformar en energía a vapor de alta presión en una turbina y energía eléctrica”, agregó Wilkomirsky.

Gracias a este increíble invento, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial entregó la patente necesaria para poder escalar el proyecto. Asimismo, el académico es candidato al Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2022.

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