En conversación con CNN Chile, Javier Rebolledo, periodista y co-autor del libro Rati junto a Dauno Totoro dio a conocer detalles del escrito que revela el funcionamiento de “La Oficina”, el organismo de inteligencia que operó al comienzo de la década de los ’90 durante la transición a la democracia en el país.
De acuerdo con Rebolledo, el interés por develar lo anterior surge porque “hay una historia de represión que está muy presente hoy día y una forma de hacer inteligencia que se aplicó en el primer gobierno de la concertación y que prácticamente se ha mantenido intacto hasta el día de hoy. Me refiero a torturas encubiertas, a montajes que se llevaron a cabo durante ese periodo y es un episodio absolutamente desconocido“.
“Uno asocia estas cosas normalmente a la dictadura, y eso es lo que se esperaría de un régimen dictatorial, no así de una democracia. Pero acá en la democracia lo que se llevó a cabo fue un sistema en que se aplicaron torturas con ayuda de ex agentes de la Dina y de la CNI, y eso nos pareció grave del punto de vista periodístico”, añadió.
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Rati: La “pacificación” en democracia
El libro se sustenta, entre otras cosas, por el relato de Jesús Silva, ex policía “que había participado dentro de ‘La Oficina’ y estaba dispuesto a narrar esta historia por la preocupación que le causaba cómo se estaban llevando las cosas a partir del 18 de octubre de 2019 en Chile“, planteó Rebolledo.
“Él (Silva) se comunicó con nosotros, él llegó a nosotros a través de gente relacionada con la editorial, conmigo. Hicimos una reunión previa para conocer su historia, nos pareció interesante, y era difícil chequearla”, pero “nos encontramos con que gracias al trabajo periodístico de investigación de gente que nos quiso ayudar, encontramos por ejemplo la causa completa del crimen de Jaime Guzmán y ahí estaba contenida buena parte de la labor que había realizado ‘La Oficina’ a través del Partido Por la Democracia (PPD) y el Partido Socialista (PS)”, dijo.
“Lo que más me impresionó es ver a militantes del PS realizando actividades para desbaratar, en ‘buena ley’, los organismos subversivos de izquierda para que se incorporaran a la democracia (…). Empezaron a comprarlos y sobornarlos para generar un sistema de terror en que mucha gente colaboró por dinero y por temor de que si no colaboraban, ellos mismos podían ser delatados por sus compañeros”, detalló Rebolledo.
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Incluso añadió que “Daniel Cancino, que hoy día esta preso en Punta Peuco por crímenes de lesa humanidad, era el brazo operativo de ‘La Oficina'”.
“La democracia se ha llenado la boca con las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura, que está bien que se denuncie, pero esto también está bien que se sepa”, porque “no hay que olvidarse que durante mucho tiempo el poder político, de inteligencia, y buena parte de la coordinación policial, estuvo en manos de la concertación (…), y eso genera una máquina bien aceitada desde el poder que básicamente no dio espacio para que esto se pudiera discutir”, concluyó.
“Si se suma este sistema de delación compensada o de sobornos, mucha gente quedó muy avergonzada por haber colaborado, y mucha gente se fue del país y se autosilenció. Y nos dimos cuenta que con este libro recién superaron la vergüenza, un poco, de haber sido vulnerados en sus derechos, de haber colaborado a cambio de dinero“, sentenció el periodista.
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