A pocas semanas de la fecha establecida para el plebiscito constitucional, varios aspectos generan polémica, cuestionamientos, dudas e incertidumbre. Desde si efectivamente se realizará en medio de la pandemia, de forma segura, hasta quienes proponen porcentajes de participación a cambio de legitimidad.
Este miércoles partió la campaña por el Apruebo y el Rechazo y ocho semanas nos separan de la fecha en la que se concretaría el acuerdo político que marcó historia en noviembre pasado. Al respecto, Fernando Paulsen conversó con Claudia Heiss, jefa de carrera de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
La primera fecha, el pasado 26 de abril de este año, no se pudo concretar por la crisis sanitaria que implica la pandemia de COVID-19. Desde entonces, la mayoría de los aspectos en torno al plebiscito tenían que ver con las condiciones de seguridad sanitaria en las que se realizaría. Sin embargo, a medida que se acerca el 25 de octubre, otras cuestiones más de índole político comienzan a emerger como condicionantes o, de plano, para no realizarlo.
“Yo creo que son medidas desesperadas, porque se ve que esto realmente va a ocurrir y realmente vamos a tener que hacer una nueva Constitución y se va a tener que acabar el privilegio que ha tenido un sector político”, estima Heiss.
Cree, además, que es el reflejo del verdadero sentir de sectores que, en noviembre de 2019, se vieron obligados a adherirse al acuerdo sin tener real convicción. “Creo que es la expresión de personas o partidos que quizás se vieron forzados, en particular la UDI, para el acuerdo del 15 de noviembre, pero que evidentemente, no quieren democratizar el sistema político porque van a perder poder”.
Heiss considera que el proceso plebiscitario necesita certidumbre y estos cuestionamientos políticos de última hora, no contribuyen a ello. “Son medidas desesperadas por tratar de echarle pelos a la sopa de lo que viene y por tratar de generar nuevas fisuras e incertidumbre para perjudicar el plebiscito”.
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Además, destacó la necesidad de entregar información oportuna. Citó dos ejemplos de elecciones en pandemia, el de Francia en el que la incertidumbre sobre si se realizaban o no jugó en contra de la participación, y el caso de Corea del Sur, cuya organización y comunicación oportuna del evento, permitió que más ciudadanos ejercieran su derecho al voto.
“No tiene sentido estos esfuerzos de último minuto de tratar de desconocer todos los acuerdos que ya son parte de la Constitución”, dijo en referencia a las reformas constitucionales que se han introducido respecto al plebiscito como la paridad para la convención constitucional y la integración de independientes, el cronograma del proceso constituyente y la nueva fecha de la consulta.
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