El conflicto ruso-ucraniano continua su desarrollo con cada vez más aristas que dificultan la posibilidad de buscar una salida no bélica, que se ve aun más lejana ante la férrea resistencia de la población ucraniana ante la invasión del Kremlin. Bajo ese escenario es que también cientos de extranjeros han quedado atrapados dentro del fuego cruzado, con cada vez menos chances de llegar a sus respectivos territorios. Es el caso del chileno, Carlos Mena, quien ha trabajado en ayuda de los refugiados en Ucrania y en conversación con CNN Chile aseguró que “se está ayudando a chilenos como también a ucranianos (…) la ayuda les está llegando y eso me da más ganas de quedarme en Polonia”. Asimismo, el compatriota deslizó que ha existido una movilización insuficiente por parte de la embajada de Chile: “la embajada no se ha puesto con ni uno (…) no ha habido ayuda y el esfuerzo nuevamente ha tenido que venir del chileno común y corriente que por sus medios ha tenido que improvisar soluciones”.