Cientos de empresas se han visto forzadas a adoptar el teletrabajo para sobrevivir. Algunas, ya con el estallido social de octubre de 2019, habían ensayado formas de mantener su operatividad a distancia por el conflicto social y las dificultades de traslado. Ahora es una crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus lo que obliga a consolidar formas de trabajo en remoto.
Para conocer cuándo es viable y en qué tipo de empleos es posible esta modalidad, Matilde Burgos conversó con Claudia Clerc, consultora laboral, quien explicó cómo se puede implementar en el contexto actual.
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Señala que el teletrabajo se refiere a la posibilidad de que alguien desempeñe sus funciones desde la casa, no necesariamente a tiempo completo, pueden ser un par de días a la semana o un par de semanas al año.
“Un sondeo que aplicamos a 63 empresas, indica que un 89% comenzó a aplicarlo (el teletrabajo), ya sea en forma parcial o total. Los servicios financieros tienen más experiencia en el tema. Ellos tienen ya un 26% de sus colaboradores bajo este régimen, indicando que hay un 41% que estaría en condiciones de hacerlo en el muy corto plazo. Un 49% podría llegar (a usarlo) en el comercial-retail en el corto plazo. El sector industrial (llega) a un 36%. Es decir, empresas donde hay plantas y faenas con cosas más productivas se vuelve más delicado”, analizó.
Aplicarlo con éxito depende de muchos factores, tanto del empleador como del colaborador y el entorno.
“El tema cultural tiene dos ámbitos. Uno es la persona, que debe ser capaz de evolucionar desde un control que ejerzan sobre él hasta un compromiso ligado a la empresa y los resultados. Si él es capaz de pegarse ese salto, perfectamente puede lograr la autonomía y la motivación para trabajar desde el hogar. Por otro lado, encontramos el tema de la familia. No es fácil que los niños dejen de interrumpir. Eso también conlleva a un compromiso familiar”, dice la consultora.
Una de las recomendaciones que entrega es tener ambientes que den esa privacidad donde el trabajador se pueda concentrar y darle la continuidad a las tareas. El horario es otro elemento importante, lo ideal es que se asemeje a lo que se tiene en la oficina. Tener la rutina de levantarse, ducharse, ir al espacio y finalizar.
Hoy día, el teletrabajo es una realidad que ya opera, pero todavía hay ámbitos en los que se debe avanzar. “Hay un aspecto legal que nos frena un poco, pero que ya está en proceso. Si tú tienes personas que tienen los recursos tecnológicos habilitados y organizaciones con seguridad robusta que permiten el acceso de datos desde el hogar, las condiciones están dadas para que esto se masifique”.
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La viabilidad del teletrabajo requiere automatizar procesos, habilitar plataformas y diseñar flujos de trabajo en los que se pueda hacer seguimiento y garantizar el cumplimiento de las tareas, esto es principalmente responsabilidad del empleador, pero debe contar con el compromiso del colaborador y un marco regulatorio que lo contemple.
“Es sostenible en la medida que ciertos procesos no te demanden papeles firmados o físicos. Si legalmente la firma electrónica se masifica más y toda la transformación digital logra cambiar procesos que estábamos acostumbrados a hacerlos por formularios físicos, no digo que esto va a llegar al 100%, pero si puedes tener un gran volumen de trabajo realizándose por este camino”, puntualizó Clerc.
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