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Muchos niños, niñas y adolescentes se han visto o se encuentran enfrentados a situaciones de ciberacoso o cyberbullying. En este complejo escenario, resulta vital el actuar de los terceros, ya sea padres, madres, académicos u otros testigos.

Emanuel Pacheco, director ejecutivo de la Fundación Katy Summer, recalcó la importancia de que los padres “generen un espacio de convivencia con los hijos. Deben preguntarse ¿sé a quiénes sigue mi hijo en redes sociales? ¿Qué videos le gustan más?”.

En entrevista con Sana Mente, el experto sostuvo que esto “ayuda a desnudar una realidad que quizás como adultos no conocemos. Si conoces la respuesta, es porque de alguna manera estás logrando una convivencia positiva en ese espacio digital”.

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Frente a la presencia de situaciones de ciberacoso, “muchas veces no queremos mostrarnos débiles frente a los hijos, pero debemos hacerlo. (…) Hay que pedirles ayuda, involucrarlos, preguntarles ‘cómo resolverías esto’. No hacerlos responsables, incluirlos en buscar soluciones”, agregó.

Según Pacheco, cuando una persona vive violencia digital “la principal emoción que se gatilla es la humillación. Y si al exponerme a mi círculo familiar me voy a enfrentar a lo mismo, piensan ‘mejor me quedo callado’, pero si veo que en mi casa hay una cultura donde podemos conversar de esta temática, (…) me da más espacio para hablar“.

“Los niños y niñas deben preguntarse si las personas que los rodean se alegran con sus logros, ¿te acompañan cuando estás triste o les da alegría?  Traten de identificarlo para desintoxicarse. Muchas veces nos sentimos solos porque estamos rodeados de las personas equivocadas. ¿Cómo lo sabemos? Poniendo límites”, añadió.

Buscando un oasis

Oasis (Observa, Acoge, Silencio, Ilumina, Sostén) es una herramienta impulsada por la fundación destinada a la primera contención y a la ayuda en contextos de crisis. “Es un lugar donde recuperas energía para seguir tu camino en el desierto. Con ella buscamos identificar gestos y conductas que nos puedan llamar la atención en nuestros hijos“.

Tenemos que acoger en silencio. Escuchar y parafrasear lo que nos están diciendo, eso permite que la persona sepa que la están escuchando y le vas dando forma a lo que está pasando. (…) El silencio es importante, porque hay veces que no hay ganas de hablar”, dijo, y señaló que “activar los recursos propios es una manera de iluminar a alguien o a nosotros mismos. ¿Cómo lo has solucionado antes? ¿Quién te ha ayudado en el pasado? Puedes ayudar a encontrar las propias ideas, más que dar consejos”.

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