Dos tiroteos en menos de 24 horas. Así fue el fin de semana para Estados Unidos donde varias personas perdieron la vida en manos de sujetos que abrieron fuego en lugares con alto tránsito de personas.
En el primero, más de 20 personas murieron y una docena resultó con heridas luego del tiroteo en el complejo comercial en El Paso, Texas, la mañana del sábado. La policía logró detener al atacante que no se arrepiente de lo ocurrido y apuntó a la inmigración.
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A 2.400 kilómetros de distancia y con menos de 24 horas de diferencia, otro episodio volvió a alertar a la policía en Dayton, Ohio.
El tiroteo en Dayton tuvo lugar alrededor de la 1 a.m. en el exterior de la calle East 5th Street, en el distrito de Oregon, un área popular en el centro, dijo el subdirector de la policía, teniente coronel Matt Carper, a periodistas la madrugada del domingo.
Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a los eventos que terminaron con varias vidas durante el fin de semana.
“Con una sola voz nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco, las enfermedades mentales y el odio aprietan el gatillo, no lo hace el arma”, dijo Trump.
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Los líderes demócratas en el Congreso ya han pedido el control de armas, y una serie de aspirantes presidenciales demócratas lo han discutido.
Sin embargo, estos hechos ocurren cuando los legisladores comenzaron su mes de receso, aunque hay disposición de volver antes si se requiere.
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