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Este 10 de diciembre se cumplió un año desde que Alberto Fernández asumió la presidencia de Argentina, marcado por la crisis económica que heredó, pero también por la crisis sanitaria que ha golpeado duramente al país sudamericano.

Hemos hecho un trabajo inusual en la política“, dijo el mandatario trasandino. “Lo inusual es haber gobernado en lo desconocido. En marzo cambiaron todos nuestros objetivos, en el sentido de que tuvimos que priorizar otras cosas”, dijo.

Además, el líder del Partido Justicialista añadió: “Nuestros objetivos fueron, son y seguirán siendo los mismos: producir y dar trabajo, y antes que nada socorrer a los que peor están“.

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Pablo Lacoste, académico de la Universidad de Santiago (Usach), asegura que al igual que cualquier otro país del mundo, Argentina ha sufrido el impacto de la pandemia. “El impacto ha sido muy fuerte. Comparando con Chile, su economía cae un 6%. La economía argentina se contrae un 12%. Desde el punto de vista económico el impacto es el doble de fuerte“, explicó Lacoste.

El académico apuntó además que la forma en que Fernández recibió el cargo era de “mucha fragilidad económica”, con problemas de alta inflación y déficit fiscal, los que sólo se habrían profundizado.

Por ello, el 2021 Fernández pretende llevar a cabo un reajuste y reducción del gasto público, algo que “ha generado resistencia por el ala más radicalizada”.

“Gracias a una paciencia infinita que tiene frente a declaraciones altisonantes, Fernández ha logrado morigerar un poco esa actitud irritante que genera Cristina (Fernández), y tener cierta gobernabilidad. A pesar de tener tanto en contra, logra un alto nivel de consenso“, comentó Lacoste.

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