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Tras el masivo incendio Viña del Mar, las autoridades de la Región de Valparaíso solicitaron al presidente Gabriel Boric revisar una de las deudas en materia de incendios forestales, que es la necesaria planificación urbana en zonas con alto riesgo de siniestro.

Bomberos ha debido enfrentar diversas dificultades para combatir los incendios, como, ejemplo, la falta de accesos en las quebradas, caminos angostos, bosques de eucaliptos, basura y falta de servicios básicos, entre ellos destaca el agua.

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En ese contexto, que el arquitecto y académico de la Universidad del Desarrollo, Julio Nazar, señaló que “la topografía en toda la zona alta de Valparaíso y Viña del Mar está muy expuesta a los problemas de mala conectividad, en donde el plan urbano no ha logrado generar vías lo suficientemente amplias o cómodas para evacuar y generar la cometida de servicios de emergencia. Ahora lamentablemente me temo que esto seguirá ocurriendo en el mediano plano en este tipo de ciudades”.

En ese sentido, el arquitecto urbanista Atisba, Iván Poduje, afirmó que “esto se repite una y otra vez”, una de sus propuestas para prevenir la expansión de los siniestros es “construir caminos, cortas fuego, estanques de agua para llegar rápidamente hacia las zonas en donde se originan los incendios, que siempre son las mismas”.

Esto permitiría controlar a tiempo los incendios forestales, producto que en estas zonas “no hay cobertura de agua o la presión es muy baja, a las brigadas les cuesta mucho controlar el fuego”.

Otro factor de la propagación de los incendios, añadió Nazar son los eucaliptos, y acuñó que “es muy amigo del fuego, es un gran consumidor de agua”, por lo que desde su perspectiva el Estado y los gobiernos locales “no han hecho las infraestructuras o las inversiones en infraestructura para poder optimizar y habilitar de alguna manera más eficiente todo lo que es la conectividad”.

El arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Alberto Texido, bajo la misma idea que la anterior, agregó que “es como si la catástrofe lograra ordenar lo que ya la planificación ya advertía con respecto a bosques inflamables, pero que también se repite en los bordes costeros, quebradas inundables, cuencas volcánicas, es una información que se está portando, que debemos entender como resguardadora de la convivencia y no volver en insistir en condiciones de riesgos que ya son conocidas”.

Por otra parte, los asentamientos irregulares también están insertos en zonas no habilitadas para la planificación urbana. “Se les llama muchas veces toma, pero que cuando estamos hablando de un asentamiento humano que por omisión ha sido aceptado por el Estado. Hacia personas que tienen una necesidad habitacional que no ha sido abordada”, Michel De L’Herbe.

Por su parte, la alcaldesa Macarena Ripamonti, señaló que la actual crisis incendios se puede ver como “una oportunidad” para cubrir la regularización con urbanización en los terrenos, y en cuanto a las tomas de terreno irregulares en zonas no aptas para asentarse recalcó que “hoy día necesitamos una presencia fuerte del Estado para que eso deje de pasar”.

¿Cuáles son los desafíos?

Una medida a corto plazo es involucrar a la ciudadanía en temáticas de educación ambiental, el arquitecto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jonás Figueroa, destacó la “organización vecinal”.

“Es un factor importante en esta nueva cultura de las áreas forestales, controlando y participando en acciones tendientes a disminuir riesgos por posibles surgimientos de incendios en zonas rurales con el peligro de extenderse a las zonas urbanas”, añadió.

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