Un déficit de más de $17.500 millones es el que detectó la Contraloría General de la República a través de una auditoría realizada a la gestión de la Municipalidad de Viña del Mar.

En el informe N° 577, el órgano señaló la existencia de 56 observaciones con diversas irregularidades en las fiscalización del sistema de información, endeudamiento y un examen de cuenta de los saldos de ingresos y gastos al 31 de diciembre de 2017.

Según señaló la Contraloría, el déficit asciende a $17.585.250.174 en la ejecución presupuestaria, lo que significa un incumplimiento al principio de la legalidad del gasto.

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Una de las objeciones es que la municipalidad contabilizó y pagó al 31 de mayo 2018 facturas por más de $9 mil millones y devengó otras por más de mil millones de pesos, sin embargo, ellas correspondían a bienes y/o servicios recibidos durante 2017. Además, el órgano fiscalizador detectó que el municipio adeudaba 25 facturas por más de $336 millones a cuatro proveedores, sin que éstas se encontraran pendientes en los registros de la municipalidad.

“Se estableció que si la municipalidad hubiera registrado su deuda al término del ejercicio presupuestario 2017, pudo haber advertido la existencia de gastos devengados superiores a los límites definidos en el presupuesto“, señala la Contraloría.

Reloj de flores y horas extra

Por otro lado, el municipio liderado por Virginia Reginato gastó más de $5 mil millones en horas extraordinarias, que se suman a otros más de $7 mil millones en pagos por honorarios y programas comunitarios. Sumadas, estas cifras equivalen al 43,20% del total de gastos de personal de ese municipio y un 14,93% del total de gastos del presupuesto municipal. Este monto supera con creces el 4,47% del presupuesto municipal que el municipio reservó para la materialización de proyectos, consultorías y obras civiles.

Otro punto de conflicto es el famoso reloj de flores de la ciudad jardín. “Se comprobó que la entidad edilicia cedió 887 plantas, costeó $ 22.435.363 para ornamentación y retiro de escombros; y compró $2.691.780 en 3.200 especies florales. Todo ello fue entregado a la empresa Siglo Verde S.A., pese a que la responsabilidad de mantener y reponer las especies es de la concesionaria. Igualmente, se evidenció el pago de $ 64.473.910 a la empresa González y Fierro Ltda. por siete trabajadores, sin que se hayan verificado las labores ni los lugares donde estos se habrían desempeñado“, indicó la Contraloría.

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El órgano fiscalizador también cuestionó que un funcionario contratado a honorarios por el municipio, sin horario establecido, fue también contratado por por las empresas González y Fierro Ltda. (de 8 a 17:30 horas, con posibilidades de realizar horas extraordinarias) y Alto Jardín S.A. (de 18 a 0 horas). Las salidas registradas en González y Fierro Ltda. le impedían cumplir con el contrato que tenía con Alto Jardín S.A., pero aún así  el municipio pagó por los servicios.

Por lo anterior, la Contraloría informó que instruirá un sumario y ejecutará un reparo por $150 millones aproximadamente, mientras que los antecedentes sobre pagos indebidos serán derivados al Ministerio Público.

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