Polette Vega, estudiante de Trabajo Social de la Universidad de Chile, denunció que el pasado 24 de septiembre fue expulsada por sus compañeros de curso de la sala de clases por ser de derecha, siendo esta la segunda agresión que vive en el campus Juan Gómez Millas (JGM).
Debido a esta situación, la alumna recurrió a la Superintendencia de Educación Superior (SES) para pedir mayores garantías para poder estudiar.
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El superintendente, Jorge Aviles, indicó que el rector de la casa de estudios se comprometió en su momento a tomar acciones para resguardar a las víctimas y sancionar a los responsables, luego de varios episodios de agresión que fueron denunciados a mediados de año. Sin embargo, “las medidas comprometidas por la Universidad de Chile no han dado los resultados esperados por todos”.
Ante esto, la autoridad aseguró que se ha instruido “un proceso administrativo el cual ya ha sido informado al rector de la Universidad y que tiene como objeto invocar, aquí en la superintendencia, a la estudiante Polette Vega y a los representantes de la Universidad de Chile, para que estos últimos se comprometan a adoptar todas las medidas de manera formal y todas las medidas concretas que solucionen el caso específico de Polette Vega y para evitar que estos hechos de violencia sigan ocurriendo en el campus”.}
“Nosotros confiamos como superintendencia que la Universidad adoptará todas las medidas que sean necesarias para cumplir con este objeto, además nosotros fiscalizaremos que estas medidas sean cumplidas por parte de la institución y de esta manera velar por que todos los estudiantes de esa casa de estudio puedan ejercer su educación en un ambiente de pleno respeto, tolerancia y libre de todo tipo de violencia”, señaló Avilés.
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