Este domingo el presidente, Gabriel Boric, encabezó el denominado “cambio de mando ciudadano” organizado de manera inédita en el Parque Mapuhue de La Pintana. Allí estuvo también el gabinete completo de ministras y ministros, autoridades comunales y vecinos dirigentes de la comuna.
La instancia fue de carácter oficial, pero distendida, con presentaciones de artistas nacionales y la orquesta sinfónica juvenil de La Pintana. Además se reportó una aglomeración de vecinos y vecinas que buscaban brindar su apoyo al mandatario.
En ese contexto es que el Jefe de Estado aprovechó de dirigirse a la ciudadanía, en un discurso donde agradeció a todo el equipo técnico que ayudó a instalar el acto presidencial y a los habitantes de La Pintana por su participación y respaldo.
“Cuando nos miremos los unos a los otros pensemos en todo lo que hay detrás, en todo lo que hay detrás, en todo el esfuerzo que cada uno ha puesto para que lleguemos acá. Yo me lo planteo permanentemente, porque sé hoy día en esta posición como Presidente de la República, estoy acá gracias a ustedes“, aseveró.
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El presidente además detalló la importancia que le dio su administración a la idea de “darle al cambio de mando un marco de festejo, un poco despercuído de los habituales ritos“, agregando que “los ritos tienen sentido, a veces. Pero también, cuando dejamos de cuestionárnoslo, se vacían de sentido”.
“Permítanme decir algo impropio. Ayer tuvimos una oratoria en la Catedral Metropolitana con los diferentes credos. Antes de eso, por primera vez habíamos tenido en La Moneda, un rogatorio con los diferentes pueblos que habitan Chile y decidimos hacerlo primero porque queremos que se sientan incluídos”, señaló.
El mandatario también aprovechó de dar a conocer su molestia por la presencia del arzobispo emérito, Ricardo Ezzati, durante la Solemne Oración Ecuménica por Chile y el nuevo Gobierno, realizada ayer: “Me molestó ver al señor Ezzati. Me molestó ver a gente que ha actuado como encubridora de graves delitos contra los niños que están aquí presentes”.
“Quiero decir que esas cosas no las podemos seguir naturalizando, porque acá, en este Gobierno van a estar presentes los niños y las niñas. Que los niños y las niñas se sientan parte de lo que estamos construyendo y que nunca más vulneren sus derechos, se abuse de su confianza, en ninguna parte, por nadie. Nadie tiene ese derecho“, afirmó.
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Boric además destacó la participación de los y las artistas que se presentaron durante la actividad y saludó a las personas que no pudieron acceder al evento, pero que de igual manera lo escuchaban desde afuera de las vallas.
“Nos queremos apoyar en ustedes porque, como les decía al comienzo, son el motivo y sentido por el que llegamos acá. Es muy fácil perder la perspectiva en el poder. Es muy fácil que nos vayamos achatando y estemos en las peleas del día a día tratando de responder la crítica de la oposición o la crisis en la interna, pero cuando hacemos estos actos acá en La Pintana, o en cualquier comuna de Chile, las cosas vuelven a tener sentido“, aseguró el presidente.
Hacia el cierre de sus palabras, el mandatario se disculpó por no seguir su discurso al pie de la letra, explicando que “me embarga la emoción. Yo sé que siendo Presidente de la República uno tiene que habitar una institución y por lo tanto adecuarse a ciertas normas. Yo tenía un discurso preparado con mucha gente que trabaja y está intentando de interpretar mi manera de hablar, pero cuando llegué acá dije ¿cómo voy a leer un discurso que fue escrito antes? tengo que hablar desde los sentimientos también“.
Finalmente, el presidente Boric leyó una paya que escribió en el lugar mientras escuchaba las presentaciones de los payadores que asistieron al evento.
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