Carlos Altamirano, el retirado político y dirigente del Partido Socialista, falleció a los 96 años. Así lo confirmó el ex secretario general de la OEA José Miguel Insulza en su cuenta de Twitter.

Altamirano fue secretario general del PS entre 1971 y 1979. Entró a las grandes ligas de la política al consolidarse como diputado entre los años 1961 y 1965, pero el punto culmine de su labor en el congreso fue tras ser electo senador, ejerciendo su cargo entre los años 1965 y 1973.

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El líder socialista se destacó como orador, era un ferviente revolucionario y estaba en contra de la vía pacífica para llegar al socialismo, promovida por el ex presidente Salvador Allende.

En 1970, cuando Allende fue derrotado en las elecciones -por cuarta vez-, la postura radical de Altamirano sumó el apoyo de varios sectores pertenecientes a la Unidad Popular. Tras esto, Altamirano planteó la revolución armada, pero fue frenado por Salvador Allende, deponiendo su objetivo en 1972.

La extrema postura del socialista lo llevó a tener muchos aliados y también fuertes detractores, incluso dentro de la misma izquierda moderada. La derecha, en tanto, lo acusó incluso de promover la sedición dentro de las fuerzas armadas.

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“Ubicar y detener”, decía una de las páginas de El Mercurio, en años de dictadura. Altamirano la mostraba con una sonrisa pícara y orgullosa, la tenía enmarcada en su casa.

“Ahí estoy. El primero que mandaba Pinochet a detener. Ubicarme y detenerme. Ubicar y detener. Yo era perverso para ellos”, dijo en un reportaje a La Tercera.

Su carrera e ideología política, lo llevaron a ser perseguido por la dictadura militar. Desde el exilio, Altamirano continuó gestando los lineamientos del actual Partido Socialista.

“Tratan de paralizar el país, declaran huelgas para liquidar la economía, impiden la llegada y distribución de alimentos y luego estos “demócratas” culpan a los marxistas de los padecimientos de la población”.

Discurso de Carlos Altamirano: Estadio Chile, 9 de septiembre de 1973.

 

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