Este miércoles, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó la idea de legislar el proyecto que obliga a entonar el himno nacional e izar la bandera en los colegios.
La iniciativa, que recibió 126 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones, ahora deberá volver nuevamente a la Comisión de Educación, ya que se presentaron indicaciones.
¿Qué dice el proyecto?
El proyecto que modifica la Ley General de Educación establece que los recintos que impartan enseñanza en los niveles de educación básica y media tendrán la obligación de entonar el himno nacional e izar el pabellón patrio, al menos un día lunes por cada mes.
Además, establece que para esto se deberá realizar un acto con la participación de los estudiantes. “Los alumnos y alumnas deberán asistir manteniendo el respeto por los emblemas nacionales que representan los valores esenciales de la patria chilena”.
La normativa indica que el himno es una “viva representación de los valores y rasgos identitarios” que distinguen a Chile de otros países y contribuye al fortalecimiento y construcción “de un sentir que une a todos los chilenos” en torno a una misma cultura, historia y territorio.
Visiones contrapuestas
El diputado Eduardo Cornejo (UDI), uno los impulsores de la iniciativa, señaló a Cooperativa que “hay un desapego, incluso una falta de respeto hacia los símbolos patrios (…). La idea de este proyecto es que se retome efectivamente esta idea de que los días lunes se pueda entonar el himno nacional”.
Por su parte, la diputada Mónica Arce, quien votó en contra, afirmó que proyectos de ley de este tipo “no son fundamentales y denotan la gran desconexión que hace que las personas le tengan un recelo brutal a la clase política (…) aquí nadie está en contra del himno nacional, sino que estamos en contra de lo desubicadas que pueden llegar a ser estas mociones“.
Finalmente, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, afirmó que “obligar me parece innecesario, normalmente en los colegios se está usando el himno sin que sea obligatorio (…). Esta medida es más bien efectista que efectiva, podría producir incluso un efecto contrario, porque al ser obligado pudiera haber jóvenes que lo rechazaran”.
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