Esta semana, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, confirmó la suspensión de la totalidad de los servicios de Línea Azul, tanto los recorridos rurales como interurbanos, tras el fatal accidente de un bus de la empresa en Mostazal, donde murieron seis personas.
Mientras se espera que la medida se haga efectiva en los próximos días, esta situación despertó la preocupación de los habitantes de Parral, ciudad de la región del Maule cuya conectividad con otros lugares se verá dificultada ante esta orden.
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Según informa BioBioChile, la compañía tiene el monopolio de las rutas hacia Chillán y Concepción, y aunque también otras líneas operan en la comuna, éstas van hacia otros destinos.
“Línea Azul es una de las empresas que tiene mayor cantidad de salidas diarias a sectores cercanos, así que no nos podemos quedar sin este recorrido”, aseguró al citado medio la alcaldesa Paula Retamal, quien ya ha sostenido conversaciones con la Intendencia y Seremi de Transportes para poder encontrar una solución.
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A pesar de las dificultades que la suspensión de las funciones de Línea Azul se podrían presentar para los habitantes, la jefa comunal valora la decisión del ministerio: “Lamentablemente, por una empresa con malas prácticas, los vecinos están muy preocupados y atentos“.
“Se tienen que aunar voluntades entre las otras empresas que tengan disponibilidad de máquinas para cubrir estos recorridos. Lo único claro es que Línea Azul dejará de prestar servicio más temprano que tarde”, señaló Retamal, agregando que “debe haber una respuesta del Ministerio y dar las facilidades que tengan que dar”.
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