Luego de que el presidente Sebastián Piñera presentara el Ingreso Familiar de Emergencia para aplanar los efectos económicos que tendrá la recesión producto de la pandemia del COVID-19, políticos, economistas y actores sociales exigieron al Gobierno modificar la medida.
Según los 169 firmantes, la propuesta del Ejecutivo es “completamente insuficiente”, porque “una familia de cuatro personas por debajo incluso de la pobreza extrema, siendo aún peor el escenario para una familia que se encuentre entre el 40 y 60% de vulnerabilidad, y dejando fuera además a las familias cuyos ingresos totales superen los $700 mil”.
Por lo mismo, plantean que se establezca una “verdadera Renta Básica de Emergencia, que no excluya a la clase media”.
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Aseguran que el piso mínimo son $300 mil por trabajador, y debe ir subiendo según el tamaño de la familia, llegando a $500 mil para una familia de cuatro personas. Además, añaden que el dinero debe ser depositado lo antes posible en la Cuenta Rut.
El Ejecutivo utilizará 2 mil millones de dólares para socorrer a los trabajadores, pero los firmantes declaran que se necesitará al menos el doble para poder financiar completamente la Renta Básica de Emergencia que aporte a la mayoría de los chilenos.
Al respecto, la diputada y presidenta de Revolución Democrática, Catalina Pérez, ratificó que exigen al gobierno de Chile una Renta Básica de Emergencia “digna, que considere a la clase media y que no deje a las familias en peores condiciones, bajo la línea de la extrema pobreza, obligándolas a tener que seguir exponiéndose para asegurar un ingreso”.
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