AGENCIA UNO

Manuel Araya, exsecretario y chófer del Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, falleció a los 77 años.

Araya se encontraba internado hace más de una semana en el Hospital Claudio Vicuña, de la comuna de San Antonio, tras sufrir un aneurisma.

Hay que recordar que Manuel Araya fue clave en la investigación de la muerte del poeta nacional, tras denunciar su asesinato en 2011 producto de una inyección letal y no a causa del cáncer de próstata que lo aquejaba.

El Partido Comunista, a través de un comunicado, confirmó su fallecimiento y agradeció el rol que mantuvo en la investigación de la muerte del Premio Nobel.

“Sin duda Manuel Araya fue clave con su testimonio, su gestión y su valentía para que existieran los elementos que dieran pie a la querella por la muerte del poeta que presentó el Partido junto con su familia, y que da origen a la investigación judicial, aun en curso, pero que acerca la verdad sobre las reales causas de la muerte del poeta”, escribieron.

“Estuvo siempre a disposición de esa investigación judicial y bregó con todas sus fuerzas para que no solo el legado de nuestro Premio Nobel perdurara, sino que también se impusiera la verdad sobre su muerte”.

“Asesinaron a Neruda por ser un hombre muy peligroso”

En 2013, Manuel Araya conversó en exclusiva con CNN Chile, donde insistió en la tesis de que Pablo Neruda recibió una inyección letal.

“Tras el golpe, Neruda fue vigilado permanentemente en su casa (…) Hasta que se desocupó una pieza en la Clínica Santa María y allí lo trasladamos. Nunca pensamos que ahí lo iban a asesinar”, dijo.

El chófer insistió que “Neruda no llegó enfermo a la clínica”, pero sí muy triste por la muerte de Allende y por haber tenido que dejar Isla Negra.

“Cuando supe que Neruda murió, yo quería que me mataran, no aguantaba más”, confesó. “No hay otra cosa que matara a Neruda que la inyección”, agregó.

Al ser consultado el porqué habían asesinado al poeta, aclaró que Neftalí Reyes “era un hombre muy peligroso”.

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