Esta mañana la Mesa de Unidad Social anunció que suspende las conversaciones con el gobierno del presidente Sebastián Piñera.

La organización, explicó que había solicitado al gobierno cesar las violaciones a los derechos fundamentales, que hubiera Juicio y castigo para los culpables, además de una reparación a las víctimas. Mientras que sobre la agenda social, pidieron que esta fuera real, robusta y que desalineara el modelo neoliberal.

“Lamentablemente resulta inoficioso dialogar con el gobierno. Han pasado 38 días y respecto de los puntos que se le fueron a plantear no ha habido avance y se mantiene la condición tan grave de vulneración a los derechos humanos más fundamentales”, indicó Carolina Espinoza, vocera Mesa de Unidad Social.

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Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores e integrante de la mesa, señaló que leer la entrevista que el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, concedió a El Mercurio ayudó a ratificar la decisión que habían tomado previamente, ya que según ellos, el secretario de Estado “respalda el lanzamiento de bombas lacrimógenas a la cara de la gente, que se siga habiendo jóvenes cegados” por el actuar de Carabineros y que también apoya que el intendente Guevara “restrinja el derecho a reunirse, al libre tránsito”.

“Cuando el ministro Blumel está respaldando que se violen los derechos humanos entonces nosotros decimos: no hay nada que seguir conversando, no hay voluntad real y en materia de agenda social no hay nada que toque el modelo”, aseveró.

Aguilar advirtió que “Vamos a profundizar el movilizarnos, vamos a elaborar y a anunciar en los próximos días un plan de movilización para el verano y, por supuesto, prepararnos para marzo, porque ya se ha dicho en muchos lados que este pueblo tiene voluntad de seguirse movilizando por cambios reales, de seguir luchando por cambios reales, profundos, porque el gobierno del 8% no está en condiciones ni tiene la volutand de dar paso a esos cambios”.

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Tras el anuncio, el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, indicó que el petitorio hechos por este colectivo no ha sido consensuado ni siquiera en la oposición. “La oposición ha tenido una relación muy compleja con la Mesa de Unidad Social que está, en buena parte, controlado por el Partido Comunista, que lamentablemente no ha querido participar de ninguna de las conversaciones en serio para buscar reformas”, afirmó.

Aquí hay dos o tres partidos que se han restado de estos procesos, que no quieren acuerdos, que no quieren reformas, o por lo menos no quieren las que nosotros estamos buscando. Quieren siempre el máximo, quieren siempre todo y en esas condiciones es muy difícil dialogar”, agregó.

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