Por Paula Lepe
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La detención

Se informó oficialmente el día sábado 17, pese a que el viernes 16 en la noche ya había rumores de que estaba detenido. Ese día yo me iba a ir a Valparaíso donde mis padres, pero muy temprano me llamó por teléfono el editor de Radio Chilena y me dijo que me fuera inmediatamente a la Cancillería, donde yo cubría para la radio. 

No lo podía creer, era impensable que Pinochet hubiera estado detenido. Se decía que Baltasar Garzón podía estar detrás, pero nunca pensamos que podía ser verdad, hasta ese momento. Incluso entonces había cierto grado de incredulidad.

Esa jornada estuve todo el día -desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche- en la Cancillería, que quedaba en el ex Congreso, esperando a que José Miguel Insulza hablara. Si mal no recuerdo, habló recién cerca de las 5:30 o 6 de la tarde.

Todos los que no teníamos turno, tuvimos que hacerlo, pero además comprendíamos que era una noticia histórica y queríamos cubrirla. Nosotros queríamos estar ahí, íbamos con gusto. Eso pasó el día sábado.

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La cobertura y el castigo

Como el periodista de La Moneda se tenía que quedar en Europa porque andaba con el presidente Frei de gira, hicieron algunos cambios internos en la radio y a mí me dejaron durante la semana siguiente cubriendo el puesto de editor de la tarde-noche. Tenía que sacar el noticiero de las 23 horas que iba por Radio Chilena.

En una de esas tuve que redactar la presentación para el enviado especial de la radio en Londres, para que nos contara cuáles eran las novedades, lo que había ocurrido durante la jornada y qué otro chileno había llegado a visitar a Pinochet.

Dentro de esa presentación agotamos una cantidad de calificativos y sinónimos diciéndole el ex comandante en jefe, el parlamentario, el senador, Augusto Pinochet. Por eso escribí que íbamos “a tomar contacto con el enviado especial de Radio Chilena, Rodrigo Cerda, quien nos contaría mayores detalles de cómo había transcurrido el día para el ex dictador chileno Augusto Pinochet“. El despacho salió sin ningún problema.

En esos momentos llegaban los cables de Reuters, EFE, AFP, las diferentes agencias, y todas, absolutamente todas decían “el ex dictador chileno”. Era un calificativo más, después de agotar todos los otros.

Al día siguiente, la radio me llamó y me dijo que no se debía tratar así a Pinochet, que no se le podía decir ex dictador, que no correspondía y había que tener respeto por las autoridades. Y en un gran gesto me dijeron que no me iban a despedir, pero sí me sancionaron con 15 día sin goce de sueldo, que en ese tiempo era de $380 mil.

Fue una sanción dolorosa, no me lo esperaba de la Radio Chilena. El director de prensa me dijo que habían llamado algunos sacerdotes a la radio quejándose de ese tratamiento, y que me quedaba sin trabajo por 15 días. Para alguien que está empezando en la profesión, con un hijo pequeño, la mitad de su sueldo duele. Pero, además, me dolió el gesto que se hizo, me sentí extremadamente sorprendido y dolido. Tanto es así que yo ni siquiera había contado la historia que significó la detención de Pinochet para mí.

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El apoyo de Reuters y Beatriz Sánchez

Siempre rescato el gesto de la agencia Reuters conmigo. Yo era colaborador, y al saber esto me apoyaron económicamente durante ese mes. También rescato el gesto de mis compañeros en la Radio Chilena, que encabezó mi amiga y compañera de trabajo en ese momento, Beatriz Sánchez.

Beatriz venía de Concepción y era una joven periodista política que dominaba su sector. Quedó impactada. Ella representó la molestia por parte de los reporteros de la radio hacia la dirección de la emisora

Recibí el apoyo de mis compañeros de la radio y, en los días posteriores, un llamado del Colegio de PeriodistasPor lo menos mis pares me apoyaron, y ese fue un bonito gesto de ellos.

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Impacto de la detención en los medios

Yo nunca he tenido rencor por el director de la radio. Trabajé ahí cuatro años más, hasta el 2002 . No hubo amistad, pero sí profesionalismo de ambas partes. 

Después de eso no volvió a ocurrir algo así. Pinochet estuvo tantos días detenido, en todo el mundo empezaron a hablar de él, y todos se empezaron a dar cuenta cuál era la visión que el mundo tenía sobre Pinochet. La cobertura de la detención sin duda marcó mucho el tratamiento y el manejo de los medios.

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