El pasado 4 de diciembre, el director jurídico de la Universidad de Chile, Fernando Molina, presentó una querella ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago por el robo de 27 libros de Colección Pablo Neruda. 

Esto, luego de que el día anterior, funcionarios de dicha casa de estudios realizaran una inspección del Archivo Central Andrés Bello mientras el establecimiento aún seguía en toma, y evidenciaran que “la puerta de emergencia, entre el hall de la Sala Neruda, en el cuarto piso, y el entretecho de la Casa Central estaba abierta y claramente forzada”.

En dicha oportunidad constataron la desaparición de los ejemplares, razón por la que la institución se querelló contra los posibles responsables por hurto y/o robo.

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Si bien el sábado pasado rectificaron la querella para acotar la investigación a cuatro de los 27 ejemplares, ya que “una nueva revisión permitió reincorporar 23 de 27 libros” al catálogo, el paradero de los textos restantes aún era un misterio.

Sin embargo, durante la mañana de este lunes un librero acudió hasta la PDI para hacer entrega de una bolsa de papel que, en su interior, estaban los libros faltantes.

Según el hombre, un grupo de desconocidos le entregó la bolsa. De todas formas, se le tomó declaración en calidad de testigo.

Según informó La Tercera, se trata de Cancionero sin nombre de Nicanor Parra, Heroísmo sin alegría de Pablo de Rokha, La divina comedia de Dante Alighieri y Academia del año 1934, que la Fiscalía Centro Norte pudo confirmar que pertenecía a la colección de Pablo Neruda.

El rector de la casa de Bello, Ennio Vivaldi, indicó al matutino que “nos vamos a constituir en la Fiscalía con personal de nuestra universidad experto en patrimonio para poder identificar estas obras y luego seguirá adelante la investigación hasta las últimas consecuencias para que se establezcan responsables“.

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