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El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, y la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei supervisaron este miércoles el inicio de los trabajos para el recambio de señaléticas y reprogramación de semáforos para poner fin a la reversibilidad del eje Cardenal Caro-Andrés Bello, en Providencia.

El titular de Transportes señaló que, de momento, el sistema vial sigue igual, pero que hoy comenzó el proceso de remarcación de algunas pistas y reprogramación de semáforos.

“Esperamos que a principios de febrero podamos dar fin a la medida de reversibilidad”, es decir, a partir de marzo el sentido del tránsito no variará en función del horario.

Muñoz señaló que la medida tiene connotaciones importantes. Por una parte, el aspecto seguridad, ya que “no es seguro estar cambiando el sentido de la vía a lo largo del día”.

Además, “hay problemas importantes en materia de equidad territorial”.

“La ciudad ha cambiado, tenemos casi 2/3 de las pistas, 14 de 22, que en la mañana van en sentido oriente-poniente, y solo 8 van en sentido contrario. Hoy día hay más alternativas, tenemos la Costanera Norte. Hemos construido una ciudad con una capacidad vial importante y creemos que es importante hacerlo en materia mucho más pareja para los dos sentidos”, explicó Muñoz.

Un tercer punto tiene que ver con la “posibilidad de fortalecer aquellos modos de transporte que nos interesa fomentar, como es el transporte público y el transporte no motorizado. Nos abre la posibilidad de repensar la Costanera Andrés bello de manera que permita que esos métodos sean más atractivos para los usuarios e inviten a mas gente a bajarse del auto y usar estas alternativas”.

Una ciudad “más grata y amigable”

Por su parte, la jefa comunal de Providencia apuntó que con la medida se busca que la ciudad “sea más grata y amigable”. 

“Tenemos demasiados accidentes acá y quisiéramos que Andrés Bello sea una calle grata, no una autopista en mitad de la ciudad, sino que un lugar donde se pueda pasear caminar”. 

Asimismo, recalcó que si bien los autos pueden “verse complicados” con el fin de la reversibilidad, “tienen una alternativa, que es la autopista bajo la superficie”.

También señaló que “nos tenemos que preocupar” de aquellas personas que se movilizan en otros medios de transporte.

“Esperamos que esta calle de aquí a un par de años sea grata, donde la gente pueda pasarlo bien, pasear con sus perros, andar en bicicleta. Y donde también los autos tengan su cabida, pero esta es una ciudad para todos”, concluyó la alcaldesa.

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