Durante la tarde de este martes se conoció que el presidente de la República, Sebastián Piñera, aceptó la renuncia del ahora ex subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry.
Esto a cinco días de que el ex diputado UDI fuera acusado de no respetar la ley de Tránsito, insultar a un fiscalizador municipal y pedir a ayuda a su hermana, funcionaria de la municipalidad de Ñuñoa, para evitar una infracción.
Salaberry se refirió a los hechos a través de un comunicado público, en el que señaló que “conocidos los hechos que se me imputan, inmediatamente puse mi cargo a disposición del Presidente de la República, hecho que le reiteré hoy, en reunión con él”.
“Por valoración y convicción del gran trabajo que está llevando a cabo nuestro Gobierno, le he pedido que acepte mi paso al costado, para poder enfocarme en la defensa de los hechos por todos conocidos y así no empañar su exitosa labor“, continuó.
La ahora ex autoridad agregó que agradece al mandatario “haberme nombrado subsecretario y la confianza y respaldo expresado hacia mi gestión”.
“Una vez demostrada mi inocencia, estaré a disposición del Presidente de la República donde él estime necesaria mi colaboración para continuar con el éxito de nuestro Gobierno”, cerró.
Por este hecho, el Ministerio Público anunció que iniciará una investigación por presunto tráfico de influencias.
A la vez, su hermana, Iris Salaberry, fue despedida por el alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi, debido a este caso. Asimismo, esta semana se dio a conocer otra denuncia que existía en su contra que fue impulsada por dos mujeres emprendedoras a fines de 2016, quienes aseguran que la funcionaria cobraba dinero “por fuera” para asegurar un cupo en ferias comunales gratuitas.
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