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“Me parece que el panorama ha cambiado bastante poco, pero hay una luz de esperanza que es que el impulso del ‘Rechazo y reforma’ ha ganado volumen”, señala el ex presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, quien mantiene firme su postura en contra de la redacción de una nueva Carta Magna.
“Ha regido 40 años y posibilitado un período de prosperidad y de paz política y social”, argumenta en entrevista con La Tercera, aclarando que optaría por reformar la actual Constitución, que según él, es “perfectamente flexible”.
En ese sentido, detalla que fue él mismo quien postuló una reforma constitucional, pero fue “paralizada” por los “liberales del gobierno”, encabezados por Lily Pérez, Sebastián Piñera, el Partido Comunista (PC) y la Unión Demócrata Independiente (UDI).
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Según el político de 77 años, esa reforma constitucional modificaba el sistema presidencial, dejando la figura del presidente como recurso final. “Hoy, Sebastián Piñera está efectivamente sitiado, pero ha tenido la hombría de no entregar el poder y eso prueba la validez de la figura del jefe de Estado”, enfatiza.
“El gobierno cedió ese 15 de noviembre en las cosas que constituyen la agenda social y estoy completamente de acuerdo, pero entregó la Constitución. Ahora, lo hizo bajo condiciones de fuerza. No fue un gesto espontáneo del gobierno, pero la Constitución no debió entregarse nunca”, enfatiza, argumentando que la discusión en un ambiente social y político “completamente intervenido por la oposición es un esfuerzo que muy difícilmente termine bien”.
Convención constitucional integrada por Mon Laferte y Lastesis
En ese contexto, el político tiene las ideas claras: el gobierno debe fortalecer al sector de la opinión pública que lo eligió, unificando los partidos y “terminando con la cacofonía sobre la Constitución que algunos desde el propio Ejecutivo comentan”.
Del mismo modo, comenta que “los políticos que vienen de la derecha y que van por la derogación de la Constitución tienen una tremenda responsabilidad, porque le cubren la espalda a la izquierda (…) y van a tener una culpa muy grave si acaso el 26 de abril resulta un 70/30, porque después no habrá cómo remontar esta cifra”.
A pesar de que en Renovación Nacional hay diferencias respecto a las opciones Apruebo o Rechazo del plebiscito del 26 de abril, el partido llegó a un acuerdo con Chile Vamos sobre el mecanismo para redactar una nueva Constitución.
En ese sentido, la colectividad decidió apoyar la convención mixta constitucional, la que estará compuesta en un 50% por parlamentarios y 50% de representantes elegidos por la ciudadanía.
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La determinación, aprobada por unanimidad, fue dada a conocer por el presidente de la tienda, Mario Desbordes, quien según Larraín “no está interpretando la opinión del partido y crea una gran confusión”.
“A mí me llama mucha gente de muchas partes preguntándome qué hacemos en este cuadro”, asegura, puntualizando en que los parlamentarios de RN que están con el Apruebo “están pensando muy equivocadamente que esta postura les va a crear una especie de buena voluntad que viene desde la izquierda y que eso lo va a favorecer electoralmente”.
Sin embargo, el ex timonel sentencia que “no hace falta ser un gran constitucionalista para dudar que el resultado de una convención constitucional integrada por personas que no podemos siquiera imaginar, pero que muy probablemente puede ser Lastesis o la Mon Laferte y mucho overol blanco, vaya a ser bueno”.
El Estado totalitario con el cual sueña la izquierda
Con respecto al colectivo feminista chileno creador del himno Un violador en tu camino, Larraín es crítico. “Están diciendo cosas preciosas, como, por ejemplo, ‘puta, maraca, pero nunca paca’. Son efectivamente de alta filosofía y una lírica conmovedora”, condena el ex timonel, quien manifestó que no se postulará para ser convencional constituyente.
“Quién va a negar que durante muchos siglos las mujeres no han tenido el papel que les corresponde, pero eso es muy distinto a esparcir petróleo en las veredas, en el sentido figurado, y proponer ideas tan tristes como las de Lastesis: que todos somos violadores. Yo ya me cambio de vereda en la calle”, expresa.
Asimismo, el ex presidente de RN se mostró en contra de la paridad de género para la eventual convención constitucional, señalando que “lo que hay que buscar es la paridad de talentos. Podría ser el 90% mujeres y 10% de hombres, me importa un rábano. Lo importante es que sea una Constitución que respete a todas las personas y que les posibilite salir adelante en la vida”.
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Finalmente, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Larraín indica que “puede significar cosas estupendas, como fatales”. Esto, debido a que, según él, “es fantástico promover el papel de la mujer. Lo que no puede pasar es que se use esto como pretexto para imponer una ideología aberrante”, que es “la de que la política lo gobierna todo e interviene en la vida de los ciudadanos hasta su más ínfimo detalle”
En otras palabras, “el Estado totalitario con el cual sueña la izquierda”, que es el que “se nos está queriendo meter por todos los poros en Chile y que quiere tener consagración institucional”.
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