La decisión fue tomada luego de estudiar las posibles reacciones del régimen comunista ante la demostración de poderío bélico por parte de Estados Unidos.
El ambiente político en la península de Corea sigue inestable, es por eso que el gobierno de Barack Obama comenzó a tomar medidas para bajar el grado de tensión en la zona.
Por esta razón Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado de EE.UU, declaró que su país está dispuesto a bajar la guardia, siempre y cuando Corea del Norte asuma sus obligaciones internacionales, todo esto para, como definió ella, “enfriar las cosas”.
Para llevar a cabo estas medidas y verificar si Corea del Norte comienza a cumplir o no sus obligaciones fue elegido el secretario de Estado, Jhon Kerry, quién será el encargado de destrabar las desavenencias actuales y guiar la negociación con los mandatarios del país del norte de la región coreana.
Una de las fechas claves para el conflicto es la reunión que sostendrán el presidente Barack Obama, y su par del sur Park Geun-hye, cita agendada para el próximo mes, y que según fuentes gubernamentales, sería la oportunidad que está esperando Corea del Norte para demostrar su poderío y seguir aumentando las tensiones en la zona.
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