Joe Biden triunfó en las primarias de al menos 9 de los 14 estados que, en la jornada conocida como “Súper Martes”, votaron para definir al candidato que correrá la carrera presidencial por el Partido Demócrata para enfrentar a Donald Trump.
El ex vicepresidente de Barack Obama coronó la noche al vencer a Bernie Sanders en una sorpresiva victoria en Texas, uno de los estados más numerosos, mientras que todos los pronósticos apuntan a que el senador se quedaría con el premio grande: California, el estado con mayor número de delegados.
Hace solo cuatro días, las esperanzas de Biden se desvanecían rápidamente, sin embargo, su triunfo del sábado por la noche en Carolina del Sur parece haber desatado un torrente de impulso raramente visto en cualquier ciclo presidencial.
De este modo, superó enormemente las expectativas en la noche más crítica de la carrera 2020 hasta ahora y se está enfrentando cara a cara con el socialista demócrata de Vermont, en una jornada en que se eligen 450 delegados, es decir, casi el 25% del total que asistirá a la Convención Nacional Demócrata.
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Biden obtuvo victorias muy significativas en Virginia y Carolina del Norte a primera hora de la noche que sugirieron que está construyendo una coalición sólida, y agregó triunfos en todo el Sur -donde su fuerza entre los votantes afroamericanos es una gran ventaja- en Alabama, Arkansas, Oklahoma y Tennessee.
Pero también se quedó con el territorio que se esperaba se inclinara hacia Sanders, como Minnesota, lo que sugiere que la senadora estatal Amy Klobuchar, quien abandonó la carrera el lunes y lo respaldó, puede haber jugado un papel fundamental.
También complicó a Sanders y a la senadora Elizabeth Warren al quedarse con Massachusetts, un duro golpe para Warren en su estado natal.
Biden y Sanders también están expectantes ante una apretada carrera en Maine.
Donde sí ganó Bloomberg fue en Samoa Americana, un territorio de ultramar de Estados Unidos que no puede votar en los comicios a la Casa Blanca, pero sí celebrar primarias partidistas; mientras que Gabbard, oriunda del archipiélago, se hizo aquí con sus únicos dos delegados en lo que lleva de carrera electoral.
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La esperanza de California
Sanders mantiene los triunfos en tres estados: su natal Vermont y agregó Colorado y Utah, mientras que sus asistentes predicen que la imagen se volverá más optimista a medida que se cuenten los votos en California, con lo que podría acercarse peligrosamente a su principal contendor.
El senador lidera sin duda en dicho estado, aunque tanto Biden como el ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, podrían alcanzar el umbral de viabilidad para ganar delegados y reducir el tamaño de su ventaja.
De este modo, el precandidato de 77 años participó de un mitín en Los Ángeles, en que lanzó a la multitud: “Amigos, las cosas se ven terriblemente bien. Para aquellos que han sido derribados, contados, abandonados, esta es su campaña. ¡Hace solo unos días la prensa y los expertos declararon que la campaña había muerto!”.
“Se ve bien, así que estoy aquí para informar que estamos muy vivos. Y no se equivoquen al respecto, esta campaña enviará a Donald Trump a empacar”, agregó.
Sanders hizo lo propio en Bermon, donde señaló que su campaña todavía estaba en marcha y afirmó: “Esta noche les digo con absoluta confianza que vamos a ganar la nominación demócrata y vamos a derrotar al presidente más peligroso en la historia de este país”.
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