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(CNN) – Egipto se enfrenta a una creciente presión para tomar medidas mientras la vecina Gaza sufre incesantes bombardeos israelíes tras el brutal ataque de Hamás a Israel del pasado fin de semana.

Luego de los ataques de Hamás, Israel cerró sus dos pasos fronterizos con Gaza e impuso un “asedio total” al territorio, bloqueando el suministro de combustible, electricidad y agua.

Esto deja al paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto como la única salida viable para evacuar a la población del enclave y hacer llegar suministros. Pero no está claro si ese paso está operativo.

El lado egipcio del paso está abierto, pero el palestino “no funciona” tras los múltiples ataques aéreos israelíes de principios de semana, según declaró este jueves a CNN un alto funcionario jordano, quien añadió que “los jordanos y los egipcios están esperando la autorización de seguridad de los israelíes para permitir que los camiones (de ayuda) crucen sin la amenaza de otro ataque aéreo”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto negó este jueves los informes sobre el cierre del cruce, diciendo que ha sufrido daños debido a los repetidos ataques aéreos israelíes en el lado palestino. CNN no pudo verificar de forma independiente si el cruce está abierto.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró este miércoles que el gobierno de Biden está en conversaciones con Israel y Egipto sobre la creación de un corredor humanitario por el que puedan cruzar los civiles.

Pero a Egipto le inquieta la perspectiva de que cientos de miles de refugiados palestinos crucen a su territorio. Más de dos millones de palestinos viven en el enclave costero, densamente poblado y sometido a intensos bombardeos israelíes.

Durante la noche del jueves, el ejército israelí pidió a los residentes del norte de Gaza que evacuaran sus hogares y se desplazaran hacia el sur, mientras reunía a 300.000 reservistas en la frontera en aparente preparación para una incursión terrestre. Esto supondría el desplazamiento masivo de 1,1 millones de personas, según la ONU, que añadió que sería “imposible” hacerlo en 24 horas.

El ataque del sábado de Hamás contra Israel mató a 1.300 personas, lo que provocó represalias que han matado a 1.799 en Gaza. A medida que se intensifican los ataques, los grupos de defensa de derechos humanos han expresado su preocupación por una posible catástrofe humanitaria.

“Nos solidarizamos”

En un discurso pronunciado este jueves en una ceremonia de graduación militar, el presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, comparó la situación de su país con una casa solitaria en un barrio en llamas. Dijo que los rumores sobre que Egipto no busca ayudar a sus vecinos palestinos no son ciertos.

“Nos estamos asegurando de que la ayuda, ya sea médica o humanitaria, en estos momentos difíciles, llegue a la franja”, dijo Sisi, añadiendo “nos solidarizamos”.

Pero advirtió que la capacidad de Egipto para ayudar tiene límites.

“Por supuesto que nos solidarizamos. Pero cuidado, mientras simpatizamos, debemos usar siempre nuestra mente para alcanzar la paz y la seguridad de una manera que no nos cueste mucho”, dijo, añadiendo que Egipto acoge ya a 9 millones de migrantes. Los grupos más numerosos de la población migrante del país proceden de Sudán, Siria, Yemen y Libia, según un informe de 2022 de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto advirtió este viernes contra el llamamiento de Israel a la evacuación, calificándolo de “grave violación del derecho internacional humanitario” que pondría en peligro la vida de más de un millón de palestinos.

El funcionario jordano declaró este jueves a CNN que funcionarios jordanos y egipcios están ejerciendo “presión diplomática y política sobre el gobierno israelí para que permita el paso seguro de la ayuda a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah”.

Un avión con ayuda médica para Gaza procedente de Jordania llegó el jueves a la ciudad egipcia de Arish, a unos 45 kilómetros de Rafah, y la ayuda se cargó en camiones de la Media Luna Roja egipcia que aún no han podido avanzar hacia la frontera, dijo el funcionario.

Pero los medios de comunicación egipcios han hecho sonar las alarmas ante la perspectiva de permitir la entrada de refugiados palestinos en el país, advirtiendo de que podría desplazar forzosamente a los gazatíes hacia el Sinaí.

Sisi se hizo eco de esos sentimientos el jueves. “Hay un peligro” cuando se trata de Gaza, dijo, “un peligro tan grande porque significa el fin de esta causa (palestina)… Es importante que la gente (de Gaza) permanezca de pie y en su tierra”.

El rey Abdullah de Jordania, que se reunió con Blinken el viernes, advirtió contra “cualquier intento de desplazar a los palestinos de cualquier territorio palestino o de provocar su desplazamiento”.

La gran mayoría de los residentes actuales de Gaza son refugiados palestinos procedentes de zonas que cayeron bajo control israelí en la guerra árabe-israelí de 1948. Aquella guerra marcó la creación de Israel, pero también es lamentada por los palestinos como la Nakba, o “catástrofe”, ya que más de 700.000 palestinos fueron expulsados u obligados a huir de sus hogares en lo que hoy es Israel.

Decenas de miles de palestinos se refugiaron en Gaza, que quedó bajo control egipcio tras la guerra. Israel arrebató el territorio a Egipto en la guerra de 1967 y comenzó a asentar judíos allí, pero retiró sus tropas y asentamientos en 2005.

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