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(EFE/CNN Chile) – Este martes, comenzó el juicio de apelación en Vesoul (Francia) de Nicolás Zepeda, el chileno condenado a 28 años de cárcel por el asesinato y desaparición de Narumi Kurosaki en 2016.

El hombre de 32 años busca su absolución del caso. Sin embargo, en el juicio también arriesga ser condenado a cadena perpetua.

Zepeda recusó a su abogado

Zepeda fue condenado en abril de 2022 ante las numerosas pruebas y testigos que apuntaban en su contra. Él siempre se declaró inocente.

La japonesa Narumi Kurosaki, de 21 años, desapareció en 2016 después de que Zepeda viajara a Francia para intentar, según él, recuperar una relación que mantuvieron cuando él estuvo estudiando en Japón, aunque ella tenía un nuevo novio francés.

Las pruebas y argumentos de acusación y defensa son las mismas que en el primer juicio, pero el nuevo proceso tenía la novedad de que el chileno iba a ser defendido por un nuevo abogado, Antoine Vey, un famoso letrado parisino que ha participado, entre otros, en la defensa del australiano Julian Assange en Londres (Inglaterra).

Sin embargo, en la audiencia que comenzó este martes, el presidente del tribunal, François Arnaud, expresó: “El banco de la defensa del señor Zepeda está vacío“.

En concreto, el presidente explicó que Vey le informó el pasado sábado 18 de febrero que Zepeda lo había recusado por, aparentemente, no haber estado de acuerdo con la línea de defensa. En tanto, el padre del chileno afirmó que los abogados no les contestaron más previo al juicio.

Debido a la situación, el juez tuvo que llamar a dos abogadas que se encontraban al fondo de la sala. Finalmente, resultó designada Catherine Bresson.

La audiencia se encuentra suspendida.

Uno de los abogados de la acusación particular, Randall Schwerdorffer, que representa al que era el nuevo novio de la joven, sustovo que “todo esto es iniciativa de Nicolás Zepeda. Es incomprensible que, a tres días (del juicio) haya un acusado sin abogado porque no está de acuerdo con la línea de defensa (…) Casi estaríamos delante de una voluntad de no asumir el proceso de hoy”.

El caso

Según la investigación, Zepeda cenó con Kurosaki la noche en la que se perdió el rastro de la mujer y ambos fueron grabados por una cámara entrando en la residencia de estudiantes donde vivía la japonesa, de donde unas horas después se vio salir solo al chileno.

La joven había llegado a la localidad francesa de Besançon en el verano de 2016 para aprender francés en el marco de un acuerdo entre las universidades de Franco Condado y Tsukuba. Zepeda la había conocido en Japón en 2014.

Kurosaki desapareció el 4 de diciembre de 2016 y su cuerpo sigue sin ser encontrado.

Varios estudiantes declararon haber escuchado gritos esa última noche y un “sonido sordo”, como de golpes, pero ninguno llamó a la Policía. Zepeda volvió a Chile poco después y estuvo antes unos días con un primo en España.

Poco antes de la desaparición de Kurosaki, Zepeda compró un bidón con cinco litros de combustible y fósforos, lo que hace pensar que pudo premeditar la desaparición del cadáver, según informó en su momento un canal de televisión.

Según la sentencia, tras el asesinato, Zepeda usó las redes sociales de la exnovia para mandar mensajes a sus allegados, haciéndose pasar por ella, para retrasar así el inicio de la búsqueda.

Fue extraditado a Francia en julio de 2020 tras comprobar la Corte Suprema de Chile que existían “antecedentes con fundamento serio, cierto y grave” para acusarle.

Se espera que el veredicto esté para el próximo viernes 10 de marzo.

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