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Profunda controversia a nivel nacional e internacional ha generado la detención del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas Espinel, por parte de fuerzas policiales y del Ejército desde la embajada de México en Ecuador, lo que provocó la suspensión de la relación diplomática entre ambos países.

El hecho se produjo durante la noche de este viernes, apenas horas después de que el gobierno mexicano otorgara asilo político a Glas, quien desde diciembre del año pasado se encontraba refugiado en la sede diplomática mexicana en calidad de huésped.

“Tras lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para México el derecho de asilo es sagrado y estamos actuando en congruencia plena con las convenciones internacionales, otorgando asilo a Jorge Glas. Confío en que el gobierno de Ecuador disponga del salvoconducto cuanto antes“, había indicado Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores mexicana.

La decisión de México de conceder el asilo a la exautoridad fue anunciada el mismo día en que la Cancillería ecuatoriana manifestó su rechazo a dicha medida, argumentando, a través de un comunicado, que la Convención sobre Asilo Diplomático y la Convención sobre Asilo Político establecen claramente que no es lícito otorgar asilo a personas condenadas o procesadas por delitos comunes.

“El Ecuador reitera que no cabe la concesión de asilo diplomático al ciudadano Jorge Glas, en virtud de lo dispuesto en el artículo III de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, y el artículo I de la Convención sobre Asilo Político de 1933, que establecen claramente que no es lícito conceder asilo a personas condenadas o procesadas por delitos comunes y por tribunales ordinarios competentes”, señaló el documento publicado en X.

Esta postura generó un tenso ambiente diplomático entre ambos países, agravado aún más por la posterior irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana.

Cabe recordar que el pasado 1 de marzo, Ecuador solicitó a México permiso para ingresar a la embajada y detener a Glas, sin embargo, la solicitud fue denegada al día siguiente, ya que México argumentó que de ser así se estaría vulnerando la inmunidad de dicha sede diplomática.

Detención de Glas

El operativo policial sorprendió a la comunidad internacional y ha levantado una ola de críticas por parte de diversos sectores políticos y sociales.

En el momento de la detención, Glas se encontraba bajo la protección de la inmunidad diplomática que ofrece una embajada extranjera, lo que ha generado preocupación por el respeto a los derechos humanos y la integridad de las sedes diplomáticas en el país sudamericano.

Un equipo de CNN fue testigo de cómo policías subieron por uno de los muros de la sede diplomática para ingresar a la misma y vio salir camionetas negras de la sede diplomática más tarde.

Roberto Canseco, jefe de Cancillería de la Embajada de México en Ecuador, dijo a CNN que “lo que acaban de ver es un atropello en contra del derecho internacional y la inviolabilidad de la embajada de México en Ecuador. Totalmente inaceptable. Esto no puede ser. Es la barbarie. Es imposible que violen el recinto diplomático como lo ha hecho”.

Medio internacionales han asegurado que durante la detención de la exautoridad, habrían reducido físicamente al jefe de la Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco.

Jorge Glas, quien fue “condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a las órdenes de las autoridades competentes”, informó el Gobierno de Ecuador. Y agregó que se le había concedido un asilo diplomático “contrario al marco jurídico convencional“.

¿Quién es Jorge Glas y por qué lo detuvieron?

El caso de Jorge Glas ha estado envuelto en controversia desde hace varios años.

El exvicepresidente fue condenado en 2017 a seis años de prisión por asociación ilícita y a ocho años por cohecho en el marco del caso Odebrecht tras ser acusado de recibir un soborno de US$35 millones por parte de la constructora, siendo destituido de su cargo y posteriormente encarcelado tras entregarse en 2018. 

A pesar de obtener la libertad condicional tras cumplir cuatro años en prisión, Glas se encuentra imputado por presunta malversación de fondos públicos en el caso de reconstrucción de la provincia costera de Manabí después del terremoto ocurrido en 2016, lo que motivó su refugio en la embajada mexicana.

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