(CNN) – La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, se enfrentó a comentarios inesperados, no de la oposición o de un ciudadano enojado, sino que de su hija, quien la interrumpió durante una transmisión en vivo.
Ardern estaba a medio camino de actualizar a los espectadores sobre la respuesta del país al COVID-19 cuando fue molestada por Neve, de 3 años, que la llamó: “¿Mamá?”.
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“Deberías estar en la cama, cariño“, respondió Ardern. “Es la hora de dormir, cariño. Vuelve a la cama, te veo en un segundo”, agregó, antes de pedirle a su hija que regrese con su abuela.
“Bueno, eso fue un fracaso a la hora de dormir, ¿no?”, Se rió frente a la cámara. Sin embargo, Neve no aceptaba un no por respuesta: más adelante en la transmisión, la hija de la primera ministra regresó.
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“Lo siento, cariño, está tardando tanto“, respondió Ardern, antes de anunciar que pondría fin a la transmisión en vivo. La lucha de la autoridad sin duda tocó la fibra sensible de los padres de todo el mundo que han luchado por equilibrar el trabajo desde el hogar y el cuidado de los niños.
La pandemia ha obligado a un gran segmento de la fuerza laboral mundial a pasar por un experimento de trabajo remoto a una escala nunca antes vista, difuminando la frontera entre la vida laboral y familiar.
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