Este lunes comenzó en España un nuevo juicio por una violación grupal, por el caso conocido como el crimen de la “manada de Manresa” debido a sus similitudes con La Manada, de un grupo de seis hombres de entre 19 y 26 años contra una adolescente de 14 años.
Los hechos se remontan a la noche del 29 de octubre de 2016 en una fábrica abandonada en Manresa, una localidad en el noreste de Cataluña, donde los individuos violaron a la joven por turnos durante un “botellón” -especie de junta para beber alcohol en la calle-, mientras que un séptimo hombre, de 39 años, observaba la escena y se masturbaba.
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Al igual que en el caso de La Manada, en este caso una de las principales críticas hacia la justicia y Fiscalía española apunta al hecho de que la acusación se formuló por el delito de “abuso sexual” y no violación. Los investigadores han señalado que podrían elevar la acusación si es que en su declaración, la víctima expresa que la agresión ocurrió mediante violencia o intimidación.
La adolescente declaró este lunes por primera vez en el juicio, en la Audiencia de Barcelona, ocasión en que ratificó la agresión y aseguró que se sintió asustada e intimidada al ver a los acusados jugar con una pistola.
Además, relató que quedó en estado de shock luego de sufrir el ataque, que sus recuerdos se limitan a “flashes” y que una amiga le alertó al día siguiente de lo ocurrido.
En la audiencia también participaron dos amigos de la víctima, quienes aseguraron haber descubierto al grupo agrediendo sexualmente a su amiga, y que uno de los agresores encañonó con una pistola a una de las testigos para que no revelara nada de lo ocurrido.
De acuerdo a la prensa española, los acusados rechazaron los hechos.
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