El expresidente de Uruguay expresó en 2020 su deseo de reencontrarse con su perra, fallecida en 2018. “El día en que yo me muera, he pedido que me incineren, que me prendan fuego, que las cenizas las pongan ahí, debajo de ese árbol, junto a Manuela”, señaló Mujica.
(CNN Brasil) —El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, fallecido este martes (13) a los 89 años, quiso ser enterrado junto a Manuela, su famosa perra de tres patas, fallecida en 2018.
Pese a los problemas de salud que ya afrontaba, en diciembre del año pasado Mujica recibió a CNN en su finca de Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo, para reflexionar sobre la vida a los 89 años.
Al hablar sobre su inminente muerte, Mujica dijo que le gustaría ser cremado y que sus cenizas sean llevadas a su finca rural para ser enterradas en el lugar donde también está sepultada su perra Manuela, bajo un árbol de sequoia.
La perra, que perdió una de sus patas en un accidente con un tractor, era considerada la favorita entre sus mascotas (la granja está ocupada por varios perros, gatos y gallinas).
En una entrevista de 2015 con la BBC, llamó al perro “el miembro más leal” que tenía en su gobierno.
Manuela falleció en 2018, tras acompañar al expresidente durante 22 años. En 2020, Pepe Mujica señaló en CNN: “Vivió 22 años, lo que es un récord para un perro, y está enterrada bajo una secuoya. El día en que yo me muera, he pedido que me incineren, que me prendan fuego, que las cenizas las pongan ahí, debajo de ese árbol, junto a Manuela”.
“Cuanto más conozco a los humanos, más amo a los perros”, afirmó el uruguayo.
En aquella ocasión de la entrevista con CNN, Mujica también dijo que no creía en la existencia de Dios.
“Personalmente, creo que la vida es la aventura de las moléculas, y que este pedazo arrancado del planeta es el cielo y el infierno, todo en uno”, dijo.
Venimos de la nada y nos iremos a la nada. Pero ojalá me equivoque. Y espero que haya vida después de la muerte y todo eso, pero no creo en eso.
A Mujica le diagnosticaron cáncer de esófago en abril de 2024. Como resultado de la radioterapia, enfrentó problemas renales.
Le dijo a Darío Klein de CNN : “Las personas que me trataron el cáncer me dijeron que ya habíamos matado el cáncer. Lo que no me dijeron es que dejaron un hueco como este y que hay que rellenarlo… y la reproducción celular en una persona mayor es un desastre. Así que ahí estoy yo, rellenando el hueco”.
“Lo que siento es que no tengo fuerzas. Monto el tractor una hora, luego termino y tengo que tumbarme un rato”, añadió.
Mi juventud se acabó. Por eso discuto con los jóvenes: no valoran lo que tienen, no se dan cuenta.