CNN

(EFE) – La policía surcoreana cerró hoy su investigación sobre la avalancha humana que cobró más de 150 vidas durante las celebraciones de Halloween en Seúl, con 23 funcionarios remitidos a la fiscalía para su posible imputación por negligencia y otros cargos.

El equipo especial de la Agencia Nacional de Policía (NPA) concluyó que el mortal incidente fue provocado por la incapacidad de las autoridades para adoptar medidas de prevención de desastres y responder con prontitud a la situación de emergencia creada.

La acumulación de cientos de personas en un estrecho callejón del barrio de Itaewon que conduce a una calle peatonal llena de bares y que está juntó a una salida de metro que ese día se saturó, provocó una avalancha que dejó 159 muertos, la mayoría mujeres entre los 20 y los 30 años.

No se ha enviado a los fiscales a funcionarios ligados al Ministerio del Interior o al Gobierno Metropolitano de Seúl, puesto que las primeras pesquisas determinaron que la responsabilidad recaía en autoridades, fuerzas de seguridad y equipos de emergencia locales.

La investigación, que ha durado mes y medio, se ha centrado en personal del ayuntamiento de Yongsan, distrito donde se encuentra Itaewon, así como de sus comisarías y estaciones de bomberos, y también en funcionarios de la Agencia Metropolitana de Policía de Seúl (SMPA).

Entre aquellos que han sido remitidos a la fiscalía para una posible acusación formal y sobre los que ya pesa una orden de arresto se encuentran la alcaldesa de Yongsan, Park Hee-young, o el ex comisario de policía del distrito, Lee Im-jae, los dos acusados, en principio, de negligencia profesional con resultado de muerte.

En la misma situación se encuentran otros funcionarios del ayuntamiento o un exintegrante de la SMPA al que se acusa de haber borrado informes que advertían sobre el peligro potencial de accidentes durante los festejos de Halloween en Itaewon.

También han sido remitidos a los fiscales, aunque sin orden de arresto, el jefe de la SMPA, Kim Kwang-ho, y otros dos oficiales de este organismo que estaban a cargo del seguimiento de emergencias en el momento del desastre, además el jefe de la estación de bomberos de Yongsan, Choi Seong-beom.

Asimismo, se encuentra en idéntica situación el jefe de la estación de metro de Itaewon, que no ordenó en ningún momento que los convoyes no se detuvieran en la estación, una medida que se adopta cuando hay peligro de aglomeraciones.

Los fiscales deben ahora investigar a su vez a estas 23 personas antes de decidir si las envían a juicio.

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