Con protestas en las calles de Buenos Aires se despidió del mes de febrero el presidente de Argentina, Alberto Fernández, luego del bullado caso de los “vacunatorios VIP” donde figuras cercanas al poder recibieron una dosis contra el COVID-19 de manera anticipada.
Fue precisamente sobre esto que el mandatario trasandino se refirió este lunes ante el Congreso, durante la sesión parlamentaria de inauguración.
Durante su discurso, Fernández admitió haber cometido errores en este proceso irregular de vacunación que dejó fuera de su cargo al ministro de Salud, Ginés González García. En específico, un vacunatorio en sus oficinas fue donde personas cercanas a sus círculos podían ir y recibir la inoculación con la dosis Sputnik V, del Instituto Gamaleya de Rusia.
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“Debíamos enfrentar el incendio sabiendo que otros habían terminado con el agua“, reflexionó el presidente de Argentina. “Tal vez el espanto de lo que veíamos y al tomar conciencia de lo débiles que éramos nos dieron la energía necesaria para hacer frente a tanta tragedia”.
Sobre las vacunaciones irregulares, indicó que “las reglas se deben cumplir. Si se cometen errores la voluntad de este presidente es reconocerlos y corregirlos de inmediato. Cuando se dijo que aquellas reglas habían sido transgredidas me encargado de recabar la información pertinente, aún cuando en lo personal me causaran mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían“.
El periodista de La Nación de Argentina, Daniel Santa Cruz, explicó en Conexión Global que este caso es “uno de los escándalos más grandes desde el retorno a la democracia” en el país sudamericano.
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