Ubicada en el límite sur de la ciudad de Antofagasta, el Puerto Coloso es el responsable de embarcar hasta 16 mil toneladas diarias para varios clientes en el extranjero.
Este es el último paso del eslabón productivo de la industria minera, uno que es el responsable de recibir el concentrado de cobre. Al mes, Puerto Coloso recibe entre 4 a 5 barcos que transportan 34 a 57 mil toneladas de este producto.
Si bien se trata del último paso, también requiere una cultura de cuidado y precisión por parte de sus operados, con el objetivo de no comprometer la carga.
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Como una forma de reducir el porcentaje de humedad que viene en el concentrado, se transporta hacia la planta de filtrado, un lugar conocido como stockpile.
La supervisora de producción Puerto Coloso, Nicole Cifuentes, detalla que “el proceso en el stockpile es uno de los procesos más críticos que tenemos en el puerto. Al inicio de cada turno nos juntamos con el personal de Vecchiola, que es nuestro proveedor, para poder definir el sector de carguío y así controlar el riesgo que tenemos. Ellos realizan un circuito el cual van a utilizar para poder realizar el carguío”.
En este laboratorio se analizan y comprueban que su humedad sea la adecuada -una que debe mantenerse entre un 8,8% a 9,3% por cada 500 toneladas.
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En conversación con Minería 360, Patricio López, operador del Puerto Coloso, nos explicó que mediante un proceso de correas transportadoras se descarga el concentrado entre de las bodegas del barco.
Asimismo, cada barco posee cinco bodegas que son inspeccionadas previamente y cómo asegurar la calidad final a su cliente, el concentrado se deja en el interior.
“Hay que considerar que el destino de ellos -dependiendo de dónde va China o Japón- son 32 días de viaje. Entonces, si uno no carga bien la nave, se desestabiliza y pueden sufrir problemas“, explicó López.
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