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A raíz de la reducción en los hechos de violencia en la macrozona sur, informada por el Gobierno tras la implementación del Estado de Excepción Constitucional, el ejecutivo pedirá al Congreso Nacional extender nuevamente la medida.

Pablo Urquizar, delegado presidencial de la macrozona sur, aseguró en CNN Chile que la violencia se ha reducido en un 42% y las usurpaciones en un 82%: “evidentemente, se necesita seguir con todo el aparato del Estado para enfrentar el terrorismo y el narcotráfico”.

Consultado sobre la permanencia de la medida en el tiempo y las consecuencias que podría tener en la población, Urquizar desestimó que la norma afecte a la población. “¿A quién está complicando el Estado de Excepción?“, cuestionó el coordinador que sobre la misma explicó que “es muy distinto al Estado de Catástrofe que vivimos en el COVID”.

“Los que deberían verse afectados con la mayor presencia del Estado son, precisamente, los que quieren cometer los ilícitos para que el Estado no esté presente y puedan seguir ejerciendo el terror en las personas”, complementó.

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Respecto a cómo se trabaja en torno a encontrar soluciones que no pasen necesariamente por la medida de militarización, la autoridad aludió al centro Nansen, que “busca generar procesos de diálogos que se necesitan en orden al desarrollo económico, social y cultural del pueblo mapuche”.

En paralelo, se refirió al catastro que anunció el presidente Piñera “para poder determinar, por ejemplo, cuántas son las tierras  que debe el Estado de Chile, cuántas se han entregado y cuántas quedan por entregar” y también apuntó al proceso constituyente.

Por otra parte, el vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Hector Llaitul, manifestó en el medio Ex-ante que frente a la intromisión de militares no van a buscar una confrontación directa, sin embargo, advirtió que sí llevarán a cabo su proceso de recuperación de tierras. 

En esa línea, Urquizar recordó cuando el líder de la CAM, tras la muerte de un comunero mapuche en Cañete, espetó que “arderá lo que tenga que arder” y habló sobre “un cambio (de Llaitul) en orden a replegarse frente a (…) mayor presencia del Estado”, pues a mayor cantidad de policías, “mayor es la disuasión” y la tranquilidad para los vecinos, cerró.

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