Una tregua de 90 días fue el acuerdo que se logró entre los gobiernos de Estados Unidos y México, luego que el presidente Donald Trump anunciara aranceles de un 5% a los productos mexicanos, que finalmente quedaron suspendidos.
Según el anuncio de Trump, “México acordó tomar medidas enérgicas para detener la marea de la migración“, que de alguna manera se convirtió en la moneda de cambio entre ambos gobiernos.
“Para nadie es un secreto que, más allá del tema de la migración que es un problema para Estados Unidos, lo que aquí está de fondo es cómo Trump ha sabido explotar el tema migratorio para su caudal político“, comentó el analista internacional Raúl Sohr.
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Ante el rechazo que recibió la idea estrella del presidente estadounidense de construir un muro fronterizo, la salida que encontró fue enfocarse en sus vecinos del sur.
“De cara a sus votantes, a su base, yo creo que queda muy bien“, agregó Sohr.
En un comunicado, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que EE.UU. espera “trabajar junto a México para cumplir con estos compromisos para que pueda contener la marea de la migración ilegal”.
Un análisis de The Economist arrojó que la implementación de estos aranceles de 5% sobre todos los bienes de México hubiese generado que 400 mil empleados perdieran sus trabajos.
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